Nuestros dirigentes se dedican más a perseguir a los ciudadanos desde Hacienda para intentar obtener más ingresos a base de impuesto o de multas que a cuidarde nuestra salud.
Es absolutamente incomprensible el estado en que está una piscifactoría en Gran Canaria, y alguien tendría que responder políticamente por este grave atentado contra la salud.