“Un cabrero en la cumbre que silbaba”
Un barranco profundo y pedregoso,
una senda torcida entre zarzales,
un valle pintoresco y silencioso,
de una playa los secos arenales;
Un cabrero en la cumbre que silbaba,
una bella pastora que corría,
una rústica flauta que llenaba
los riscos y las grutas de armonía;
En el aire reflejos y cambiantes,
en el cielo colores trasparentes,
en la noche luceros rutilantes,
crepúsculos brillantes y esplendentes;
Un gallardo mancebo en la montaña
que las cabras monteses perseguía,
en la cima del monte una cabaña
y un torrente que al valle descendía;
Tales fueron los goces fugitivos
de cien generaciones ignoradas;
estos fueron los cuadros primitivos
de las risueñas islas Fortunadas.
II
Tenerife es la gloria
de los canarios,
con sus nevadas sierras
y sus barrancos.
Y desde el Pico,
se ven las siete gracias
y el Paraíso.
III
Con las atlánticas brisas
llegó hasta Europa la fama
de las deliciosas» vegas
de las siete islas hermanas.
Oscuros aventureros
y valentones de daga,
soñaban como era moda
en las conquistas lejanas;
Y levantando bandera
para las Afortunadas,
partieron a la conquista
en nombre del rey de España.
Un caballero normando
que Betancúr se llamaba,
fue el primer conquistador
que desembarcó en sus playas;
Y después otros caudillos
y repetidas armadas,
combatieron en las islas
con furia hasta conquistarlas.
Dominaron y vencieron
con perfidias y matanzas,
valiéndose de la astucia
y de sus mejores armas;
Pero les costó más tiempo
que a César rendir las Gallas,
que a Anníbal vencer á Roma
y á Alejandro toda el Asia.
En la epopeya de un siglo
de la defensa canaria,
cien veces los invasores
perdieron las esperanzas;
Y mientras hubo un isleño,
hubo resistencia brava,
pues todos dieron la vida
por la independencia patria.
Y cuando los invasores
pusieron al fin su planta
al cabo de una centuria
en el monte de Guajara,
No quedaba a los isleños
ni una flecha en sus aljabas,
ni en sus cuevas un cuchillo,
ni hierro para sus lanzas.
INGLES
(Translated on google. it is possible that it is not very faithful to the poem.)
«A goatherd on the summit who whistled».
A deep and stony ravine,
a crooked path through brambles,
a picturesque and silent valley,
of a beach the dry sands;
A goatherd on the summit who whistled,
a beautiful shepherdess running,
a rustic flute that filled
The crags and the grottoes with harmony;
In the air reflections and changing,
in the sky transparent colours,
in the night shining stars,
twilights bright and splendid;
A gallant young man on the mountain
who chased the mountain goats,
on the top of the mountain a hut
And a torrent descending into the valley;
Such were the fugitive joys
of a hundred unknowing generations;
these were the primitive pictures
Of the laughing islands Fortunate.
II
Tenerife is the glory
of the Canaries,
with its snow-capped sierras
and its ravines.
And from the Pico,
you can see the seven graces
and Paradise.
III
With the Atlantic breezes
the fame of the delicious
of the «delicious» meadows
of the seven sister islands.
Dark adventurers
and dagger-wielding braves
dreamed as was the fashion
in far conquests;
And raising flag
for the Fortunate Ones,
they set out to conquer
in the name of the King of Spain.
A Norman knight
whose name was Betancúr
was the first conqueror
who landed on its shores;
And then other warlords
and repeated armadas
fought in the islands
with fury until they conquered them.
They dominated and conquered
with perfidy and slaughter,
using cunning
and their best weapons;
But it took them longer
than it took Caesar to surrender the Gallas,
than it took Annibal to conquer Rome
and Alexander the whole of Asia.
In the epic of a century
of the defence of the Canary Islands,
a hundred times the invaders
lost their hopes;
And as long as there was an islander,
there was brave resistance,
For all gave their lives
For the independence of the fatherland.
And when the invaders
finally set foot
at the end of a century
on the mountain of Guajara,
the islanders had not a single arrow left
Not an arrow left in their quivers,
nor in their caves a knife,
nor iron for their spears.