Haciendo lo contrario, lo convertirán en una formidable alfombra por la que caminar alegre y feliz, al convertir los recuerdos en un impulso de energía positiva que haga saltar su veterana sapiencia.
Néstor Doreste Padilla, 09.10.2024
Optimismo maduro:
Algunas personas que tienen una edad avanzada suelen verse, frecuentemente en noches de incómodo desvelo, contando los días y recordando repetitivamente pasajes de los años pasados. Muchos de ellos miran valientemente el adiós definitivo pero otros tiemblan y éstos se preguntan si están preparados para lo que les espera que, forzosamente, será bueno, malo o nada.
Envejecer sin hacer actividades que les distraigan, les ilusionen y las diviertan es como encerrarse en una jaula. Los barrotes les impedirá ver que siempre hay tiempo para hacer lo que desean. Se consideran como medios muertos.
Han visto marcharse a muchos que no han regresado y terminan aceptando que, tarde o temprano, ese mal momento les llegará a ellos también.
Los más pesimistas cuentan los días y se preguntan constantemente si están preparados y algunas noches se sorprenderán a sí mismos buscando coraje para recorrer ese camino pero, desafortunadamente, ocurre que ese ansiado valor se esfuma, se va. Nadie quiere morirse.
Pero, en cambio, los optimistas, si tienen una edad avanzada y les asalta alguna noche de desvelo verán que esa forma negativa de ver las cosas, si se transforma en razonable e inteligente, no se esfumará nunca, sino que se aferrará a ellos sin permitir que ese camino que, lógicamente tendrá un final en su día, sea un camino triste carente de ilusión y de esperanza. Haciendo lo contrario, lo convertirán en una formidable alfombra por la que caminar alegre y feliz, al convertir los recuerdos en un impulso de energía positiva que haga saltar su veterana sapiencia.
En este óptimo estado de ánimo, serán capaces de ver con claridad que esas noches en las que, inútilmente otros cuentan los días, son una magnífica y única oportunidad de revivir todo lo viejo sonriendo, soñando y esperando ansiosos lo que acaecerá, porque saben que va a ser una bendita etapa de sus vidas en las que, inopinadamente, descubrirán que son capaces de hacer cosas inverosímiles que antes les parecía imposible hacer.
Les invito a todos a asumir sabiamente ese valor, de forma razonada, para que vivan el obligado recorrido final como una de las mejores etapas de sus vidas y para que vivan mejor, siendo felices.
1 comentario en «NESTOR DORESTE. «Optimismo maduro»»
Gracias Nestor..No has nombrado a ese amigo que, queramos o no, nos acompañará siempre, Cristo; refugio seguro que nos escucha y serena.
Muy grande tu reflexión que la acompañas con gratitud olvidando las penas..Poeta!..Abrazotes montón.
Gracias Nestor..No has nombrado a ese amigo que, queramos o no, nos acompañará siempre, Cristo; refugio seguro que nos escucha y serena.
Muy grande tu reflexión que la acompañas con gratitud olvidando las penas..Poeta!..Abrazotes montón.