LUIS GARCIA MONTERO, Manual de Instrucciones para la vida. Instruction Manual for Life

Es conveniente hacerse una guía para negociar los mil matices de la desorientación. ................................. It's useful to have a guide to negotiate the myriad nuances of disorientation.

Luis García Montero (Granada, 1958) es poeta y Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada. Es autor de once poemarios y varios libros de ensayo. Recibió el Premio Adonáis en 1982 por El jardín extranjero, el Premio Loewe en 1993 y el Premio Nacional de Literatura en 1994 por Habitaciones separadas. En 2003, con La intimidad de la serpiente, fue merecedor del Premio Nacional de la Crítica.

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La profesora y amiga de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Nayra Pérez me ha enviado esta magnífica publicación de Luis Garcia Montero cuyo Manual de Instrucciones debería presidir en los hogares, en las empresas, en los patidos políticos y en las administraciones públicas. En la vida.

(English at the end of the text)

VERSO LIBRE

Luis Garcia Montero, Manual de instrucciones. @lgm_com 

4 de diciembre de 2021 19:26h

Permitidme que hoy cuente mi vida, pero no desde un punto de vista privado.

Cumplir años, vivir, es un ejercicio que deja secuelas no ya en la piel, sino también en el corazón y la cabeza. El poeta Ángel González lo escribió así cuando vivía un mal momento: “Para vivir un año es necesario / morirse muchas veces mucho”. Y, desde luego, hay situaciones en las que vivir resulta duro: “¡Mover el corazón todos los días / casi cien veces por minuto”.

En el mejor de los casos, el paso de los años y las muertes convierte al mundo en un lugar «ancho y ajeno». El título de la novela del peruano Ciro Alegría refleja bien la sensación de habitar un tiempo que ya no es tuyo, una luz que ya no te pertenece, cada vez más alejada no de la actualidad, sino de la manera en la que se vive la actualidad. Ahora que el tiempo se ha convertido en una mercancía de usar y tirar, la memoria corre el peligro de abrirse como una caja de Pandora cuando uno se empeña en mirar el mundo.

Hay que tomar precauciones. El Prometeo que quiso otorgarle el fuego a los seres humanos tuvo que colocar en su equipaje el valor de la previsión. Necesitó analizar los rumbos que iban a seguir de día en día las antorchas encendidas. Ser amigo de los mortales conlleva sus riesgos.

Cumplir años, vivir, es un ejercicio que deja secuelas no ya en la piel, sino también en el corazón y la cabeza

La primera precaución es no comportarse como un viejo cascarrabias, como un anciano empeñado en que el mundo gire con los mismos códigos de la propia juventud. La mercantilización del tiempo rompe en su vértigo el diálogo generacional y los vínculos de la memoria, porque los viejos cascarrabias y los jóvenes adánicos, esos que se lo inventan todo, todo, como si nada hubiera sucedido antes de ellos, impiden con su soberbia una conversación al calor de la hoguera.

Los años con su rencor nos dan un fuego de la vida poco dialogante, nos queman, nos reconstruyen como Víctor Frankenstein fabricó a su monstruo, a su moderno Prometeo. Y conviene ser precavido, tener cuidado.

Pero el peligro de no querer apoderarse de la razón, de procurar no ser un viejo cascarrabias, es que poco a poco la vida se hace ancha y ajena. Resulta difícil que el sentimiento del amor, que nos ata a los compromisos privados, se convierta en una virtud política. En medio del caos, de las mutaciones, de las nuevas formas de control y manipulación, de ese nuevo Frankenstein de la inteligencia artificial, de los debates sobre la democracia y los sentidos de la identidad y la pertenencia, es conveniente hacerse una guía para negociar los mil matices de la desorientación. No me gusta andar del todo a tientas.

En este mundo que no es mi mundo, en este tiempo que no es el mío, la forma de anclaje con mi propia ideología tiene que ver con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con algunas reflexiones experimentadas a lo largo del tiempo. Paso a enumerarlas, confesando así mi propio manual de instrucciones:

  1. La libertad democrática no debe confundirse con la ley del más fuerte.

  2. No deben confundirse los deseos con los derechos.

  3. El respeto a la diversidad no puede ser un camino a la fragmentación sectaria, sino una invitación a la convivencia.

  4. Cuidado con las expresiones poéticas: la inteligencia artificial no existe.

  5. Cuidado con las buenas causas que se convierten en legitimaciones de malas injusticias.

  6. El olvido es la peor negación del futuro.

  7. Las guillotinas ideológicas separan las cabezas y los corazones.

  8. Antes de decir lo que pensamos conviene pensar lo que decimos.

  9. El concepto de pueblo es peligroso en manos de quien se dedica a invertir en analfabetismo e incultura.

  10. La injusticia social y el desamparo hacen que los discursos totalitarios arraiguen entre los seres ofendidos.

Sólo el amor es más fuerte que el odio. Sólo el amor resiste a la muerte

Luis García Montero (Granada, 1958) is a poet and Professor of Spanish Literature at the University of Granada. He is the author of eleven collections of poems and several books of essays. He received the Adonáis Prize in 1982 for El jardín extranjero, the Loewe Prize in 1993 and the National Literature Prize in 1994 for Habitaciones separadas. In 2003, with La intimidad de la serpiente, he was awarded the Premio Nacional de la Crítica.

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Nayra Pérez, professor and friend of the University of Las Palmas de Gran Canaria, sent me this magnificent publication by Luis Garcia Montero, whose Manual of Instructions should preside in homes, businesses, political yards and public administrations. In life.

FREE VERSE

Luis Garcia Montero, Manual de instrucciones. @lgm_com 

4 December 2021 19:26h

Allow me to tell my life story today, but not from a private point of view.

Turning years old, living, is an exercise that leaves after-effects not only on the skin, but also on the heart and the head. The poet Ángel González wrote it like this when he was going through a bad time: «To live a year it is necessary / to die many times a lot». And, of course, there are situations in which living is hard: «To move the heart every day / almost a hundred times a minute».

At best, the passing of the years and deaths turn the world into a place «wide and alien». The title of the novel by the Peruvian Ciro Alegría reflects well the sensation of inhabiting a time that is no longer yours, a light that no longer belongs to you, increasingly distant not from the present, but from the way in which the present is lived. Now that time has become a disposable commodity, memory is in danger of opening up like a Pandora’s box when one insists on looking at the world.

 

Precautions must be taken. The Prometheus who wanted to bestow fire on human beings had to place in his luggage the value of foresight. He needed to analyse the paths that the burning torches would take from day to day. Being a friend of mortals carries its risks.


Turning years, living, is an exercise that leaves after-effects not only on the skin, but also on the heart and the head.

The first precaution is not to behave like an old curmudgeon, like an old man determined to make the world go round with the same codes of his own youth. The commodification of time breaks in its vertigo the generational dialogue and the bonds of memory, because the old curmudgeons and the young adanics, those who invent everything, everything, as if nothing had happened before them, prevent with their arrogance a conversation in the heat of the bonfire.

The years, with their rancour, give us a fire of life with little dialogue, they burn us, they reconstruct us as Victor Frankenstein fabricated his monster, his modern Prometheus. And we need to be cautious, to be careful.

But the danger of not wanting to take hold of reason, of trying not to be an old curmudgeon, is that little by little life becomes wide and alien. It is difficult for the feeling of love, which binds us to private commitments, to become a political virtue. In the midst of chaos, mutations, new forms of control and manipulation, this new Frankenstein of artificial intelligence, debates about democracy and the meanings of identity and belonging, it is useful to have a guide to negotiate the thousand shades of disorientation. I don’t like to grope around.

In this world that is not my world, in this time that is not mine, the way of anchoring myself to my own ideology has to do with the Universal Declaration of Human Rights and with some reflections I have experienced over time. I shall now list them, thus confessing my own instruction manual:

1.- Democratic freedom must not be confused with the law of the strongest.
2.- Desires must not be confused with rights.
3.- Respect for diversity cannot be a path to sectarian fragmentation, but an invitation to coexistence.
4.- Beware of poetic expressions: artificial intelligence does not exist.
5.- Beware of good causes that become legitimisations of bad injustices.
6.- Forgetting is the worst denial of the future.
7.- Ideological guillotines separate heads and hearts.
8.- Before saying what we think, we should think what we say.
9.- The concept of the people is dangerous in the hands of those who invest in illiteracy and ignorance.
10.- Social injustice and neglect make totalitarian discourses take root among offended beings.

Only love is stronger than hate. Only love resists death

Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)

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