Segunda batalla de Acentejo, Tenerife, 1495, donde se culmina la conquista de las Islas Canarias........Second battle of Acentejo, Tenerife, 1495, where the conquest of the Canary Islands culminated ........
Tinguaro, hermano de Benchomo Mencey de Taoro en Tenerife fue un valiente guerrero guanche que se empleaba con gran temeridad y arrojo pero era de sentimientos nobles y prudentes y no gustaba derramar sangre inútilmente.
De todas las batallas en las que tomó parte Tinguaro destaca la de Acentejo, donde dejaron malherido al mismo Fernández de Lugo que hubo de ser retirado por sus hombres del campo de batalla. Tinguaro era un gran conocedor del terreno, lo que compensaba las superiores armas de los invasores.
Perdieron los castellanos en esta batalla casi 600 hombres entre muertos y heridos y como hemos dicho más arriba el propio Lugo fue herido de una pedrada en la cara y hubo de ser auxiliado por el soldado Pedro Benítez apellidado El Tuerto y retirado de la lucha. Dispersados los cristianos, Tinguaro, que como hemos dicho era de generosos sentimientos, no intentó perseguirlos ni aumentar en ellos la matanza, permitiéndoles que retiraran sus muertos y heridos, sentándose a descansar sobre una gran piedra.
Cuando llegó Benchomo, su hermano, avezado y valiente guerrero, le reprochó su conducta por no haber perseguido y terminado de destruir a los invasores. Aquí es donde la Historia coloca en labios de Tinguaro aquella sublime respuesta: «He cumplido con mi misión, que era vencer, la matanza háganla los carniceros» Ya sabemos que la profesión de carnicero era tenida como infamante y esto nos permite comprender mejor el sentido de las palabras de Tinguaro.
Tinguaro murió en un nuevo combate contra las fuerzas de Fernández de Lugo auxiliado por tres navíos de gente armada, diciembre de 1495, culminando asi los castellanos la conquista de Canarias.
Cuenta la leyenda que estaba enamorado de una joven muy hermosa en la que su hermano Benchomo también había puesto sus ojos y llevado de su amor fraternal renunció a esos amores.
La tradición se torna confusa y unos dicen que la joven se despeño desde un alto riso al perder a su amado Tinguaro, suicidio que otros intentar motivar por la prisión de Benchomo y su posterior envio a la corte española.
Otros difieren de esta versión sosteniendo que la joven aceptó posteriormente el amor de uno de los expedicionarios de Lugo, que se estableció definitivamente y con repartimiento en esta isla.
Bella historia del valeroso y noble Tinguaro y de los Guanches en Tenerife.
ENGLISH
Tinguaro, brother of Benchomo Mencey de Taoro in Tenerife, was a brave Guanche warrior who used great daring and daring, but he had noble and prudent feelings and did not like to shed blood unnecessarily.
Of all the battles in which Tinguaro took part, the battle of Acentejo stands out, where Fernández de Lugo himself was badly wounded and had to be withdrawn from the battlefield by his men. Tinguaro was a great connoisseur of the terrain, which compensated for the superior weapons of the invaders.
The Castilians lost almost 600 men in this battle, both dead and wounded, and as mentioned above, Lugo himself was wounded by a stone in the face and had to be helped by the soldier Pedro Benítez, surnamed El Tuerto, who was withdrawn from the fight. When the Christians were dispersed, Tinguaro, who as we have said was generous in his feelings, did not try to persecute them or increase their slaughter, allowing them to withdraw their dead and wounded, sitting down to rest on a large stone.
When Benchomo, his brother, a seasoned and valiant warrior, arrived, he reproached him for not having pursued and finished destroying the invaders. This is where history places on Tinguaro’s lips that sublime reply: «I have fulfilled my mission, which was to win, the butchers should do the killing». We already know that the profession of butcher was considered infamous and this allows us to better understand the meaning of Tinguaro’s words.
Tinguaro died in a new battle against the forces of Fernández de Lugo, aided by three armed ships in December 1495, thus culminating the Castilians’ conquest of the Canary Islands.
Legend has it that he was in love with a very beautiful young woman on whom his brother Benchomo had also set his sights, and driven by his brotherly love, he renounced his love for her.
The tradition is confused and some say that the young woman fell from a high cliff when she lost her beloved Tinguaro, a suicide that others try to motivate by Benchomo’s imprisonment and his subsequent sending to the Spanish court.
Others differ from this version, maintaining that the young woman later accepted the love of one of Lugo’s expeditionaries, who settled definitively and with distribution on this island.
Beautiful story of the brave and noble Tinguaro and the Guanches in Tenerife.
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