Exige juzgar a jueces, periodistas y policías, dando nombres.
Agustín Santana, 20.12.2023
Hace más de tres meses, el 3 de septiembre pasado, comencé este relato del plan organizado por Pedro Sánchez para perpetuarse en el poder.
El paso de la dictadura a la democracia en 1978, con una nueva Constitución, fue un trabajo magnífico que consiguió sacar de las instituciones a los dictadores de una manera limpia y sin grandes traumas esperados. Pero hubo un error de consecuencias incalculables en aquel momento: las concesiones a los Nacionalistas.
A partir de Adolfo Suárez todos los presidentes españoles se han aprovechado de esos pocos votos para sacar adelante sus investiduras, haciendo pequeñas concesiones que se han ido acumulando y se han ido convirtiendo en un monstruo cada vez más insolente.
Cuando Pedro Sánchez se hizo con el Partido Socialista encontró una autopista rápida donde todos los lacayos del partido le apoyaron a muerte. Se jugaban sus puestos de trabajo, bien remunerados, y huían de la empresa privada donde estarían en el mayor de los ostracismos y con sueldos mucho más bajos. Si es que encontrasen puestos de trabajo.
La actitud de la Presidenta del Parlamento, tan proclive a pedir la hora a los parlamentarios de derechas, se tornó escondida la mirada en los papeles que tenía sobre su mesa mientras la catalana hablaba de los jueces con una autoridad y una vehemencia propia de los dictardocillos, aprendices de nada y insolentes de todo.
El Parlamento Español, mejor llamado Gallera Española, tendría que tener un Terrero en el centro, abajo donde se ponen los apuntadores, y obligatoriamente tener que ver, todos los diputados, sin excepción de cafés o de cigarrillos en el patio trasero, ver todos una luchada canaria. Aprender de la nobleza de nuestra lucha, cuando el perdedor levanta la mano al ganador en señal de aceptación de la derrota parcial, porque hay que seguir luchando.
Pero será muy difícil que los brutos políticos actuales entiendan nada fuera de aplaudir con sonrisa en la boca los disparates que dice su portavoz.
ALBERT TIVERA EN 2019:
“El plan Sánchez es un plan por el cual el Sr. Sánchez se quiere perpetuar en el poder controlando la tele pública, las encuestas, criminalizando a los constitucionalistas, y lavando las imágenes de sus socios. Sr. Sánchez usted tiene un plan, un plan que es bueno para usted y para los enchufados del PSOE, para Tezanos, para Oscar López, un plan bueno para sus militantes, pero un plan malo para las familias españolas, que van a sufrir su sectarismo, un mal plan para los que defienden las libertades en España. Un plan bueno para sus socios, para los que quieren los indultos Nos vamos a oponer a la España sectaria, a los que dividen y vencerás. En este momento no es para estar con Bildu y con su historia, es para estar con la Constitución”.
Albert Rivera también habló de la pandilla de Sánchez. Cuatro años después hago esta serie de artículos al que llamo LA ESPAÑA PANDILLERA, sin recordar en principio aquellas palabras premonitorias del líder de Ciudadanos.
Echo de menos a Albert Rivera y a Ciudadanos, al del principio, al que todavía no había fagocitado los egos, es necesario para esta España de los extremos o del centro esquinado.
Aquí se acaba la historia, por ahora, de Pedro I de España el Camandulero, de Boli, Yoli, Oski y Franquina.
Mañana termino con esta serie de la España Pandillera con el último capítulo número XX. Después de lo vivido en los últimos días no hay más que decir. Solo actuar. Hay que sacar a Pedro Sánchez de la dirección de España porque nos lleva a la ruina. Cuando un Administrador lleva a la ruina a una empresa privada los socios le paran antes de que la hunda.
Los Jueces y la Sociedad Civil tienen que actuar. Ya. Mañana será tarde.
No continuará…… Mañana termina la España Pandillera. Con la esperanza de que los españoles reaccionen.