ESPAÑA: Idiotas idiotizados.

En España el antiguo Partido Socialista, reconvertido a un partido político con ideología personalizada, tiene a ciento ochenta diputados que votan lo que diga el jefe, sea lo que sea, la última votar a favor del dictador Maduro, el más sanguinario y despiadado de los últimos años. Idiotas idiotizados.

Agustín Santana, 20.12.2024

El filosofo Jean D’ormesson (1925-2017) inventó la palabra “L’INEPTOCRACIE” para describir la democracia actual:

“La ineptocracia es el sistema de gobierno con el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir, y los menos preparados para procurarse su sustento  son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y riqueza de unos productores en número descendente, y todo ello promovido por una izquierda populista y demagoga que predica teorías, que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas”.

En Latinoamérica Venezuela se ha incorporado plenamente al grupo que forman Cuba y Nicaragua luchando por ver quién está en el primer puesto del miedo y del terror para perpetuarse en el poder……………………..

Rodríguez Zapatero debería hacer un tour de visita en el Helicoide para confirmar sus convicciones de democracia en Venezuela. Hágalo por su dignidad Sr. Ex Presidente. Y informe después de lo que ha visto.

Las primeras prácticas de Venezuela hasta llegar al terrible momento actual las empieza a replicar en Europa el actual Presidente del Gobierno de España. Ha fagocitado todas las instituciones del estado, poniéndolas a su servicio personal, y está eliminando la separación de poderes al colocar a furibundos seguidores en los mandos del ejecutivo y del legislativo y asaltando por ultimo el judicial.  Prueba de ello pueden ser el Fiscal General del Estado, el Presidente del Tribunal Constitucional o el Sr. Tezanos Presidente del desprestigiado CIS.

Ahora estamos viviendo el esperpento de la corrupción política, que se está investigando en varios juzgados, enviando un mensaje al mundo sobre la descomposición putrefacta de todo el sistema político español.  La Ineptocracia de D’ormesson explica perfectamente por qué estamos viviendo una época tan desilusionante en todo el mundo.

Cuando los dirigentes venezolanos se dirigen a su público hablan de paz, de democracia, de justicia, y de que hay que parar a los fascistas que les quieren quitar el poder, que quieren matar la paz.  Mientras hacen esas arengas siguen desapareciendo jóvenes, torturando a niños y mujeres, muriendo gente en las cárceles, persiguiendo a los políticos de la oposición y a sus familias en sus propias casas.

A este joven se lo llevaron al Helicoide a pesar de los esfuerzos de su acompañante aterrorizada.

Y hay muchos idiotas que les siguen apoyando, afortunadamente cada vez menos.

En Estados Unidos han elegido como nuevo Presidente a un personaje peligroso que mandó a maleantes y matones a atacar al Capitolio porque había perdido las elecciones de hace cuatro años, un personaje que esta siendo juzgado por corrupción, que miente, insulta y grita a todo el que no está de acuerdo con él.

En España el antiguo Partido Socialista, reconvertido a un partido político con ideología personalizada, tiene a ciento ochenta diputados que votan lo que diga el jefe, sea lo que sea, la última votar a favor del dictador Maduro, el más sanguinario y despiadado de los últimos años. Idiotas idiotizados.

Esos ciento ochenta diputados, ya no socialistas, votan para defender su puesto de trabajo, en nada les importa su responsabilidad política y social, ni los objetivos por los que fueron votados, ni el futuro de España. Sus sueldos, la continuidad en los fastos del poder, la miserable riqueza que están acumulando.

Si el Jefe dice que hay que votar a favor del actual Hitler de Venezuela los ciento ochenta votan a favor. Todos lo hacen por seguir viviendo del cuento, y muchos de ellos son idiotas, se han ido idiotizando cada vez más.

El número uno conduce a su rebaño.

Los pueblos de Valencia llevan dos meses destruidos, en la desolación, limpiando las calles y esperando que alguien vaya a sus garajes a sacar el agua, esperando que alguien vaya a quitar los coches amontonados unos sobre otros, esperando que el gobierno mande los efectivos necesarios que tiene para adecentar todo en un par de meses.

Pero el Gobierno está en nombrar a los consejeros de la televisión pública, en preparar leyes para amordazar a los medios de comunicación, en subir los sueldos públicos porque la última subida se quedó corta, en poner querellas a los jueces porque les están investigando, en mentir descaradamente sabiendo, ellos mismos, que están diciendo una mentira, y todos tomando nota de la mentira para luego gritarla en el Parlamento y, cuando terminan de gritar, aplaudir, todos a una, los del gobierno y los de la oposición, en una especie de idiotas unidos a ver quién dice la mayor idiotada para que los propios salten en carcajadas y en aplausos, y los contrarios en murmullos y abucheos.

Y los pueblos de Valencia siguen abandonados. Y los perjudicados por el volcán de La Palma siguen viviendo en barracones que ahora les quieren cobrar.

Los afectados por el volcán en la isla Canaria de La Palma siguen viviendo en barracones y encima hora tendrán que pagarlo. 

Y la Sociedad Civil Española idiotizada, esperando que España gane el próximo mundial 2030, aceptando humildemente que la final se celebre en Marruecos, ese que nos manda las pateras, ese que nos envía a lo peor de sus jóvenes, algunos que se dedican en nuestras calles a degollarse unos a otros, a robar las carteras de las mujeres indefensas. No pretendo bajo  ningún concepto generalizar con los inmigrantes, la mayoría un gran beneficio para la economía española, pero en los últimos años todos los líos de peleas y muertes de inmigrantes en España son producidos por jóvenes marroquíes.  

Nuestros políticos se ríen de nosotros. Descaradamente, ya no es disimuladamente como hace unos años, en la mismísima cara de la Sociedad Civil: “esto es lo que hay, lo tomas o te largas. O te meto una multa. Aquí el que manda soy yo”.

Se jactan de que en democracia manda la mayoría política. Pero en España la mayoría de los que mandan son mentirosos, corruptos, ladrones, deshonestos, perversos, peligrosos, delincuentes confesos, y por si faltaba poco depravados, que para trabajar un día necesitan dos con señoritas de compañía. Pagados por el pueblo, todas sus fiestas las paga el pueblo.

Y la Oposición enfadada en el Parlamento. Pregunta: ¿hay alguna dimisión por vergüenza, por ética, por hastío?

En el Parlamento Español, convertido en el Camarote de los Hermanos Mark, Groucho habla en el estrado: “Estos son nuestros principios, si no les gusta tenemos otros”.   Mientras Harpo sube y baja los escalones, pitando con su corneta a los oídos de los sentados a derecha y a izquierda, unos leyendo el móvil y otros bostezando.

Y los aspirantes a políticos en los partidos en sus filas esperando, frotándose las manos, viendo ya los dólares volando.

Y la Sociedad Civil Española idiota, idiotizada, esperando que venga alguien a resolver este lio sin fin en que han convertido los políticos el manejo del poder y del dinero de todos.

The Economist dice en su último número que “la singularidad de España es que su economía crece como la de EEUU y que esto llevará al liderazgo español a durar otros dos años más, apoyado también por los fondos Next Generation”. Hace un par de números decía el semanario británico que “las políticas del presidente español está amenazando a la calidad democrática y a la estabilidad de España”.

¿Son compatible ambas afirmaciones?  ¿No afecta para la continuidad la corrupción generalizada de Pedro Sánchez, de su Gobierno y de su partido? Y cuando se terminen los fondos Next Generation, ¿como pagará España el gasto político acumulado?

Por desgracia en España no tenemos una María Corina Machado. Solo tenemos malas copias de Groucho y de Harpo Mark de despacho en despacho.

Que Dios nos coja confesados.

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