EMILIO DURO PAMIES

Conocí a Emilio a principios del año 2000 en la central de Kyocera España.

Agustín Santana, 21.12.2023

A lo largo de setenta años vas conociendo a muchas personas, en todos los lugares y de forma preparada o espontánea. Cientos de esas personas, incluso miles, pasan por tu vida sin dejar un solo recuerdo; de algunos no queda si quiera una semblanza de su cara, como si no los hubiese conocido aunque hayas tenido una conversación con él, te hayas sentado a comer a su lado o hayas tenido una reunión de trabajo de una hora.

Y también conoces a otras que con una sola mirada se te queda en la memoria para siempre grabado como un momento especial, por aquellos ojos grandes y vivos o por una sonrisa que se quedó plasmada en las nubes de tu memoria. O quizás por un andar elegante y sobrio. Incluso por algún olor que asocias a un momento determinado donde también hay personas.

Y hay otros que desde el primer momento se paralizan, primero, y se graban después, para siempre, en tu corazón, algunos incluso en tu alma. Son muy pocos, poquísimos, pero cuando los encuentras se queda contigo una especie de protección, un recuerdo de seguridad que se activa en momentos de debilidad haciéndote más fuerte, levantándote del sillón, apretando los puños, caminando de un lado a otro con la mirada fija en el piso y de repente levantas la mirada. Y te llega la luz, la fuerza del camino.

Conocí a Emilio a principios del año 2000 en la central de Kyocera España. El Gerente, Oscar Sánchez, nos había convocado a los Directores de las distintas regiones para unos días de convivencia y formación. Oscar acababa de sustituir a su padre en la dirección en España, y noté su llegada como un aire fresco a una compañía de muchos años, japonesa, que tenía su propia idiosincrasia, y que se encontraba, como todas las empresas, en los cambios profundos que las Nuevas Tecnologías impulsaban a puestas al día o a quedar atrapados en lo viejo.

La inteligencia emocional era un concepto desconocido para mí a pesar del libro de Daniel Coleman en 1995, y su uso consciente en la empresa era absolutamente inexistente como una gestión más de los propios sentimientos. Yo intentaba poner el corazón en todo lo que hacía, y se reforzó a partir de 1988 con el inicio y creación de los Premios Montblanc a la Cultura en Canarias.

Pero aquella conferencia de Emilio rompía todos los moldes de lo establecido y abría las puertas a pensar en la empatía, en las habilidades sociales, en la gestión de las emociones como una herramienta más de trabajo en lo personal y en lo profesional, en casa y en la oficina, con la familia y con los amigos. Emilio no es muy alto de estatura pero su figura en aquella reunión se hacía cada vez más grande, más importante, te captaba la atención y la mirada, y querías que no se terminara, que siguiera, que te siguiera abriendo nuevas emociones para incorporarlas para siempre a tu vida.

Simposo Olympia Canarias, 2009, Palacio de Congresos Infecar, Las Palmas de Gran Canaria

 

 Aquella reunión en Kyocera España fue un terremoto de emociones para todos los que recibíamos una conferencia que esperábamos como una experiencia profesional más, y que en cambio te impulsaba a levantarte del sillón, apretar los puños y empezar a trabajar.

Simposo Olympia Canarias, 2009, Palacio de Congresos Infecar, Las Palmas de Gran Canaria

Después de aquél primer encuentro, quizás en 2006 o 2007, conseguimos que Emilio estuviera en nuestro I Simposio Profesional en 2009 celebrado en Infecar. Creo que era la primera vez que venía a Canarias y llenó el Palacio de Congresos. Al año siguiente estuvo con nosotros también en el II Simposio celebrado en la Institución Ferial de Santa Cruz de Tenerife. Y en 2011, en el Hotel La Hacienda del Buen Suceso en Arucas, contamos con Emilio una vez mas en esta ocasión exclusivamente para nuestra empresa.

Emilio estaba ya en mi corazón y en el corazón de toda mi familia y de todos los colaboradores de Olympia Canarias. Estuvimos años sin vernos físicamente pero no se perdió el cariño y la amistad cercana que une a la gente que se quiere.

Estuve en Madrid en una de sus conferencias por petición de mi querido amigo Javier Morell que había quedado prendado de Emilio, hasta tal punto que Javier quería vivir la sensación de estar los dos juntos en una de sus conferencias. Y fue una gratísima experiencia.

2022, Conferencia de Emilio en Madrid.

 Nos vimos de nuevo en Las Palmas de Gran Canaria en otra de sus conferencias a finales de 2022.

Y a finales de 2023, con la Navidad llamando a las puertas del mundo, me acuerdo de mi querido amigo Emilio Duró. Aquí en Maspalomas, miro nuestro Belén, pequeñito, con cinco imágenes en barro de labradores canarios, rodeados de nuestras palmeras, con una estrella en la pared, mirando fijamente a una cuna vacía, y pienso lo maravilloso que es la Navidad. Es el nacimiento a una nueva vida, es la esperanza de un Niño que viene a recordarnos que la Paz y el Amor están por encima del poder y del dinero, que todo lo vivido en 2023 está por vivirse en 2024, pero que tenemos que mejorarlo, que tenemos que pensar más en la gente más débil, que el pasado no volverá y tenemos que labrar un nuevo futuro.

Como dice Emilio levantarte, apretar los puños, mirarte en el espejo, poner una canción, y luchar por una vida mejor.

Gracias Emilio por estar en mi vida. Gracias por todo lo bien que haces a mucha gente. Te seguimos, te queremos. Te esperamos. Mil gracias Emilio Duró. Feliz Navidad para toda la familia. 

Desde esta web bachpuccinithebeatles.com Feliz Navidad para todas las empresas españolas, especialmente para las familiares.

Feliz Navidad para los Autónomos, los valientes de nuestra España actual.

Feliz Navidad para todos y para todas las familias. 

Feliz Navidad querido Emilio.

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