El 6 de enero los cristianos celebramos el día en que los tres Reyes Magos llevaron regalos al Niño Jesús a su Portal de Belén donde nació. Gaspar era el Rey de India, Melchor de Persia y Baltasar de Arabia.
El oro significa la pureza, el incienso un aroma muy agradable y la mirra se usaba para embalsamar a los muertos y quería expresar que el Niño Jesús moriría pero que resucitaría.
La tradición de poner regalos ese día en nuestras casas se ha convertido en el día de la ilusión y de la magia de los niños más pequeños, pero también de los más grandes. Si bien se ha ido perdiendo el sentido religioso de esos paquetes, cuando los niños los abren sus ojos expresan limpieza y alegría, sorpresa y felicidad, y esos son también signos cristianos.
Es un día lleno de humanidad, donde los regalos se concentran en los niños, pero que tiene que tener su contrapartida en la compasión por tantos niños y tantas familias que sus condiciones económicas no les permiten si quiera poner un pequeño paquete. Y en nuestros corazones tiene que estar presente estas circunstancias tan dolorosas en el día a día de esas familias, y que se pueden concretar en la ausencia de alegría de los mas pequeños que nunca deberían vivir en la pobreza, ningún día del año.
Para mañana día 6 de enero de 2025 pido que vuelva la sensibilidad y la bondad en los corazones de los dirigentes, la afabilidad y la misericordia por encima de los intereses personales.
En este mundo donde el poder y el dinero mandan cada vez más pido que la justicia esté atenta a reclamar al poder político la humanización de sus actos, a que eliminen sus prácticas de gobierno como si fueran los dueños de los destinos de todos, pido que vuelva a la política la honestidad, la formación, el conocimiento para dirigir a la mayor empresa que existe en cada país.