Néstor Doreste Padilla, 28.03.2024
Yo creo y deseo que este es el momento de que los numerosos grupos interesados por el presente y el futuro de Canarias creen una única plataforma sólida (podría ser una Asociación) de auténticos regionalistas, no contaminados por el podrido sistema actual.
Pero opino que hay un condicionante importantísimo, si queremos avanzar: los argumentos a esgrimir tienen que alejarse totalmente del objetivo independentista.
En estos momentos, cualquier iniciativa que se acometa debe hacerse, obligatoriamente, desde el marco constitucional atrayendo competencias y reformas que supongan el máximo techo legal para nuestros intereses.
La situación histórica y geográfica que tenemos debe ser el principal argumento para lograr un sistema ambicioso, en cuanto a nuestro posicionamiento político se refiere con respecto a otras CCAA. Ahora no es el momento de pensar en una imposible independencia y perder el tiempo inútilmente.
Es el momento de exigir un trato diferenciado, cuya dirección (canaria, por supuesto) respetará nuestra realidad social y económica evitando que sea el Gobierno Central quien decida lo que tenemos y lo que debemos hacer en nuestro archipiélago.
Es decir, se creará un régimen especial óptimo y atractivo, cuyas nuevas condiciones serán recogidas, como es lógico, en un nuevo Estatuto real, eficaz y legal.
Será necesario convencer a las instituciones y a la sociedad, es decir, al ciudadano, para que comprenda y vea que esa es la única forma legal posible de que Canarias progrese.
Tomando los canarios nuestras propias decisiones es como nuestra tierra podrá salir de este enorme bucle centralista que nos ahoga sin piedad con sus continuos actos de desprecio, de indiferencia y de olvido.