TARDES DE DOMINGO 11.05.2025. Raúl Amador León, «¿Quién te distingue?»

Raúl Amador León. Gran Canaria

Doctor en Psicología. Profesor en la Universidad Fernando Pessoa Canarias y en la UNED. Consultor de Recursos Humanos. Co director del Máster en Dirección de Recursos Humanos de la Universidad Fernando Pessoa Canarias. 

TARDES DE DOMINGO.                                                 BPB                                    Temas: Psicología

¿Quién te distingue?

 

Es muy probable que un deportista de élite millonario de hoy en día tendría dificultades para encontrar un empleo en los siglos XV y XVI que reconociera sus cualidades. En esa época, las estrellas del momento eran los pintores de fresco como Miguel Ángel, Rafael y Botticelli.

Siempre nos olvidamos de que las personas somos hijos de las circunstancias históricas en que nacemos, de la sociedad y la cultura de esa época. Lo que vale en una época, apenas se valora en otra.

El filósofo Michael J. Sandel, de la Universidad de Harvard, va aún más lejos en su libro “La tiranía del mérito”, al señalar que en una sociedad como la actual, meritocrática y desigual, quienes alcanzan la cima creen que se han “ganado” el éxito gracias a su propio talento y esfuerzo.

¿Y los padres y profesores que les han ayudado a llegar ahí? ¿Y la buena suerte de vivir en una sociedad que premia las aptitudes que han resultado tener? Aún más: ¿Qué mérito han demostrado para nacer con una serie de cualidades y no otras?

Es verdad que el individuo, cuando cobra protagonismo de su vida, debe desarrollar esos talentos mediante el esfuerzo y el aprendizaje. Pero esos talentos los trae “de fábrica”, sin haber hecho ningún mérito de antemano.

Me viene a la mente el profundo interrogante del apóstol San Pablo cuando interpela al ser humano “¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y, si lo recibiste, ¿Por qué presumes como si no te lo hubieran dado?”

Afirma Sandel que “cuanto más nos concebimos como seres hechos a sí mismos y autosuficientes, más difícil nos resulta aprender gratitud y humildad”. Además, esta mentalidad nos lleva a pensar -equivocadamente- que quienes no han triunfado o salido adelante en la vida es por culpa de ellos.

Y esa es la tiranía del mérito: alimenta nuestra soberbia y nos olvidamos del bien común.

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