SÁNCHEZ, ZAPATERO Y ANGEL VICTOR TORRES QUE SE VAYAN DE VACACIONES A CATALUÑA. En Canarias no les queremos.

Ayer el Ministro canario firmó los acuerdos para la cesión a los Independentistas Catalanes de toda la Recaudación de Impuestos en su territorio, regalando de un plumazo veinte y cinco mil millones de euros para que sigan con su fiesta.

Cataluña es la región más endeudada de España por sus ínfulas separatistas, que les llevan a gastar grandes cantidades de dinero en embajadas catalanas por todo el mundo como si fueran una nación independiente. Además los sueldos de los altos políticos son los más importantes, no solo de España sino de Europa. Y la corrupción, igual que en el resto del país, hace que miles de millones se vayan por las alcantarillas hacia sus casas particulares en forma de prebendas y privilegios que les colocan como grandes ricos.

La cara ayer de Angel Victor Torres en la mesa de negociación independentista reflejaba la preocupación que contenía temiendo la reacción que sus paisanos puedan adoptar a partir de ahora.

Lo que estaban firmando estos malnacidos, de un lado y de otro, es que los políticos catalanes controlarán la Hacienda Catalana, todo lo que se recauda dentro de su territorio, y la forma en que se gasta y se distribuye esos miles de millones. Imponen al resto de las regiones de España a contar con mucho menos dinero para sus gastos sociales y públicos y les abocan a bajar ese gasto o a subir los impuestos.

Lo más terrible de todo esto es que lo tendrán que aprobar los diputados socialistas de Extremadura, de Andalucía, de Ceuta y de Melilla y de Canarias abocando a sus ciudadanos a ser más pobres todavía mientras los catalanes serán más ricos. A pagar estas regiones con menos recursos los privilegios de los políticos catalanes y su supremacía racial sobre los demás españoles.

Estando Sánchez dirigiendo todo veo difícil que la ética, la moral y la dignidad de los políticos de su partido que tienen que votar, se imponga la calidad de vida de los ciudadanos a quiénes representan, por encima de su sumisión al líder amado y al sillón de oro que tienen repartido.

Que los tres se vayan de vacaciones a Cataluña. Allí les dejarán los palacios más lujosos, les pondrán la taza del café en los labios y una servilleta blanca les limpiará las gotas.

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