El reconocido médico reflexiona sobre los errores en la crianza moderna y la importancia de educar desde el amor, no desde la sobreprotección.
Agustín Santana, 29.03.2025
Leo en La Vanguardia un magnífico artículo del Dr. Manuel Sans Segarra sobre la juventud actual.
El doctor Sans empezó a investigar las experiencias cercanas a la muerte (ECM)[12] tras acontecer una experiencia de uno de sus pacientes que había conseguido ser recuperado tras estar en el estado de muerte clínica, mientras ejercía una guardia en el servicio de urgencias. Les aconsejo leerle sobre su visión científica de estas experiencias que son una incógnita para todos.
Pero reflexionemos ahora sobre este tema de la juventud, que el doctor comparte, y que sin duda supone un serio problema para el futuro.
Sigue diciendo que «educar no es vencer, es convencer», y que «los defectos de nuestros hijos son deficiencias de los padres y de la sociedad».
La mayoría de los padres hoy están preocupados por la protección de los hijos y por su alimentación, dos cuestiones muy importantes para el desarrollo de los niños hacia la juventud, pero que en grado máximo tiene sus consecuencias en el desarrollo de la personalidad de nuestros jóvenes.
Convencer y no vencer es una práctica que pocos padres usan, pero veo con satisfacción que algunos sí lo hacen y los resultados son muy buenos. Todos ponen el amor hacia sus hijos pero a veces la sobreprotección o la imposición tapa el cariño y no surte los efectos deseados.