Agustín Santana, 01.10.2023
La clase política en España ha conseguido ser el árbitro y los dos equipos que juegan el partido. No existe nada más, y toda la afición jalea a una parte o a otra. El interés general lo han subordinado al interés personal o partidista.
Los personajes más importantes, los que salen en todos los medios de comunicación en primera página, son los politicos, los que están de moda y marcan moda vistiendo. Tenemos cerca de tres millones de funcionarios públicos y sigue aumentando.
La vida política se ha convertido en el centro de la vida, es la pasarela civil de guapos y ricos, o por lo menos, la clase media española, la mejor pagada.
El que entra no quiere salir, y para entrar solo tienes que apuntarte en las listas de un partido político. Y a partir de ahi empieza todo……
Para mantener todo este tinglado de cientos de miles de familias que viven de lo público, que no producen nada, que cada vez son más y mejor pagados, se necesita estar en el poder. En la oposición tampoco se vive mal, pero lo verdaderamente rentable es el poder, mandar, controlar y distribuir los miles de millones del estado. Y los cientos de miles de puestos de trabajo.
El poder es el objetivo, que está bien, pero por alcanzarlo decimos y hacemos lo que sea necesario. Se dice en España que no se miente, se cambia de opinión. Eso tampoco sería malo, pero si lo que cambias son tus valores empieza a ser muy grave. Mis valores serán los que me den el poder, y los cambio según mis necesidades.
Los otros partidos políticos no son compañeros de política con otras ideas, son ultraderecha o ultraizquierda, y si pueden conseguir votos que nos molesten los convertimos en fascistas o nazis.
Eso es lo que ha pasado con Vox; desde que salió a la vida pública y empezó a ser para la izquierda española una amenaza para el poder lanzaron una campaña de desprestigio: Son fascistas, son nazis. Y mucha buena gente se lo ha creído. Veamos:
Para que haya fascismo tiene que haber partido único. Tiene que exaltar la idea de nación, pero por encima del individuo. Tiene que oponerse a la democracia. Tiene que haber un líder único, usar la violencia, la represión y la tortura, y tener una identidad étnica y cultural.
Insisto en que nunca votaré a Vox, porque tiene propuestas con las que no me identifico, pero no es un partido fascista. Los que usan esta estrategia lo hacen para eliminar a un enemigo político, y a la vez debilitar a los partidos que puedan colaborar con ellos.
¿Vox o Bildu? ¿Es Bildu un mejor partido que Vox? Los que están demonizando a Vox como fascistas son compañeros de Bildu. Otro sí, ¿Vox o Junts?. ¿Saben como llaman y tratan a los españoles los independentistas catalanes?
Durante dos legislaturas no voté. No pertenezco a ningún partido y nunca he votado a un solo partido. En Julio fui a votar porque en estos momentos creo realmente que en España hace falta un cambio. Aunque no haya un solo partido que me convence.
Pero lo del poder en España es un cáncer peligroso. Sigo esperando que la sociedad civil española intervenga. Hace unos días se decía en La Provincia que el gasto político en Canarias ha subido un 50% y el gasto en la Universidad de Las Palmas ha bajado un 25%.
Los políticos lo tienen muy claro: Vox es fascista y la enseñanza no es prioritaria.