A mi padre.
Escribir sobre mi padre es muy difícil y a la vez sencillo. Escribir sobre una persona que es puro amor, generosidad y claridad mental es escribir sobre él, sobre Néstor, mi padre, mi consejero, el abuelo de mis hijos. El mejor abuelo que podían tener.
Néstor vivió como quiso, dando pasos meditados como él era. Pura razón pero con un corazón enorme, limpio y noble. Incluso su partida física, siempre estará con nosotros su espíritu, fue una decisión meditada. Así que también se fue como quiso.
¡Y nos dejó un sin fin de buenos consejos, infinita sabiduría y tanto amor!
Mis momentos más importantes los compartimos y quiero pensar que los suyos también los compartió conmigo.
Un ser humano excepcional al que encontraremos en sus escritos, pondremos los ojos y recordaremos su voz, sus abrazos y su sonrisa.