Pasaban las diez de la noche y estaba con los auriculares puestos, llegados ya al veinte de diciembre tienes mucho que escuchar, porque en unos días llega el Niño, ese niño que todos tenemos dentro y que tiene que nacer, y nacer y nacer para recordarnos que la alegría nos da vida, que la luz siempre vencerá a la oscuridad, que la humildad la tienes que recobrar porque la habrás perdido a lo largo del año muchas veces, que la esperanza es el primer paso para la ilusión, para la confianza, para el optimismo.
Estaba metido de lleno en el sofá, con un ojo abierto y otro cerrado, pero con los oídos bien despiertos, como con ganas de escuchar más, cuando suena mi teléfono en una videollamada donde percibo, con el ojo que está más presto, a mi hermana Olga con una media sonrisa.
Abro la video llamada y veo una mesa grande con mucha gente feliz, cantando, con ganas de comunicar algo a lo que ya están acostumbrados, algo que repiten, y repiten y que ojalá nunca dejen de repetir: Nuestro Coro cantando, el Coro por excelencia de Canarias, el Coro de Amigos Canarios de la Opera que nos hace cada año felices a todos los amantes de la música.
Yo me veía en el recuadro pequeño de la pantalla con sonrisa de oreja a oreja, quitándome los auriculares, a Olga sonriendo y a mi gente querida y apreciada en la música entonando el Feliz Navidad, Próspero Año y Felicidad.
Comencé a decir “fiel reflejo de la directora…..” pero me di cuenta de que lo mejor era vivir hasta el final el mensaje, disfrutar de la alegría que salía de la mesa compartida, de la copa alzada en señal de buenos deseos para todos.
Uno se cree, que las mató el tiempo y la ausencia, pero su tren vendió boleto de ida y vuelta……….Son las pequeñas cosas que te sonríen……
Feliz Nacimiento para el Coro de Amigos Canarios de la Opera. Larga vida.