LADRONES DE ESPERANZA.

Agustín Santana, 13.03.2024

No hay peor ladrón que el que roba esperanzas. El Ladrón de Esperanzas te mata el optimismo, la alegría, el deseo de conseguir nuevos objetivos, de mejorar tu vida y la de las demás. Se une con otros Ladrones de Esperanza y se hacen fuertes, no les importa los aspiraciones y los sueños de otras personas, están obcecados con su verdad que es la única que importa.

Son Ladrones de Sueños, de Utopías, del bien común. Están en todos lados, sonríen y ponen buena cara, y no les importa el daño que puedan hacer con tal de que ellos ganen. A algunos no les importa si quiera lo que ganan. Les importa que gane su amigo, aunque no sepa lo que su amigo quiera ganar.

LA PANDEMIA 

En marzo de 2020 se nos ocurrió a mi mujer y a mí venir a nuestro bungalow en el sur de Gran Canaria. Salíamos de la ciudad, como tantas otras veces, para pasar unos días alejados de los ruidos, de la vida rápida, de las filas de coches.

A los pocos días el Gobierno de España decretaba un confinamiento en casa como consecuencia de la pandemia que no paraba de avanzar. No se podía salir de casa, así que la decisión de venir a Maspalomas fue muy positiva. Veíamos por la televisión que había familias que se asomaban a los balcones para coger un poco de aire, para ver la luz del día, porque algunos vivían en pisos interiores que lo estaban pasando francamente muy mal.

Los sanitarios estaban permanentemente en riesgo, porque no tenían protección para evitar el contagio desde los enfermos. Se necesitaban mascarillas, que serían de uso obligado para todos, y trajes especiales para los enfermeros y médicos.

Era el momento de los políticos. Tenían que actuar con rapidez para conseguir protecciones que aseguraran la vida de las personas de mayor riesgo, entre ellas los sanitarios y las personas mayores. También para toda la población que tendrían que usar mascarillas cuando comenzaran a hacer vida social.

Cuatro años después se empieza a publicar que los políticos responsables de aquellas compras se enriquecían comprando mascarillas baratas, para venderlas muy caras, mascarillas que en algunos casos llegaban defectuosas o no llegaban. Pero el dinero de esas compras, millones de euros, se los quedaban empresas designadas por esos políticos.

Mientras la población enfermaba o moría ellos se preocupaban de ganar mucho dinero. No les importaba la salud ni la vida de su pueblo. Eran Ladrones de Esperanza. Robaban la esperanza y la vida a escondidas, sin  que nadie se enterase.

EL EMPRESARIO DENUNCIADO

El líder de la Organización Agrícola en Canarias se dedicó a hacer programas de formación en las fincas de su propiedad. Usaba a menores de edad, dentro de esos programas de formación, para que le hicieran trabajos de forma irregular y así no tener que pagar a trabajadores.

Les exigía que firmasen en blanco los pagos que iban a recibir al finalizar el curso para quedarse con parte de ese dinero.

Explotaba a esos jóvenes que se querían formar y ganar un poco de dinero para luego conseguir trabajo. Les estaba robando la esperanza.  Sin que nadie se enterase.

LAS PALMAS ACOGE

En los años ochenta y noventa la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se llenaba de inmigrantes. Venían del Africa Sub Sahariana huyendo del hambre o de la muerte.

La Organización No Gubernamental Las Palmas Acoge fue creada en Las Palmas por un jesuita y contó con la ayuda de mucha gente voluntaria. Montse, yo, y unos amigos trabajamos desde el principio como voluntarios, después de las horas de trabajo. Después de un par de años teníamos dos edificios que contaban con oficinas de acogida, de ayuda legal, de formación en clases de español, de comedor y de albergue para unas cincuenta personas.

Trabajamos coordinadamente con Cáritas y con Cruz Roja.

Uno de los inmigrantes se llamaba Charlie, de Sierra Leona. Cuando entraron los paramilitares a su casa mataron a toda su familia, él salió por una ventana y huyó. Caminó días y días hasta llegar a Senegal y desde allí a Gran Canaria en patera. Algunos inmigrantes que llegaban tenían parecidas tragedias.

En el servicio jurídico teníamos varios abogados voluntarios que no cobraban por su trabajo, lo hacían desinteresadamente. Un día descubrimos que uno de ellos era un Ladrón de Esperanzas. Se llevaba a nuestros acogidos a su despacho y les cobraba para poner en regla sus papeles.

Terminó en la cárcel varios años. Robar la esperanza a la gente más desfavorecida es realmente imperdonable.

Robaba a escondidas, sin que nadie lo supiera.

EL CUENTO DEL LOBO Y LAS OVEJAS.

La corrupción es amiga del dinero y del poder. Y llega a todas partes. Volvemos a mi bungalow en el sur de Gran Canaria. Pasó la pandemia, llegó 2021 y años siguientes. Y comencé a tener un sueño repetitivo. Un cuento en el sueño.

Había un pastor que cuidaba sus ovejas y tenía la ayuda de un perro y de un zorro que andaba siempre jugando. . Pero el lobo estaba cerca.

Durante años el lobo había comido muchas ovejas porque el perro que había era muy manso y el zorro era feliz corriendo por la pradera. El pastor, cansado de perder tantas ovejas, cambió al perro y puso otro que vigilaba mucho más. El lobo hizo un acuerdo con el zorro. “ Me tienes que ayudar porque si no se acaba el cuento. Y si se acaba el cuento yo me marcharé y te dejaré solo. Y tú, zorro, no podrás vivir tan bien como has vivido conmigo”.

El zorro aceptó. Entre los dos podrían con el perro. El lobo seguiría comiendo ovejas y el zorro seguiría siempre en la pradera. El pastor, cuando se dio cuenta de la trampa, se quedó muy triste sabiendo que muchas de sus ovejas tenían un mal destino. El lobo y el zorro atacaron un día al perro fiel y lo expulsaron de la finca. “Ya tenemos todo solucionado”.

El zorro sabía que nunca podría con el lobo, que el beneficio de su acuerdo era solo para el lobo, pero al menos viviría tranquilo en la pradera y el lobo no le atacaría.

El Pastor se dio cuenta que no podía hacer nada. Habían echado al perro, el zorro viviría en la pradera sin que el lobo le molestara y el lobo cuidaría de las ovejas. Podría comer las que quisiera sin que nadie pudiera hacer nada.

Dice la historia que los cuentos se pueden hacer realidad. Y en el Sur de Gran Canaria este cuento se hace realidad con mucha frecuencia.

La pregunta es, ¿Cómo es posible que el zorro, amigo del pastor, ponga al lobo a cuidar a las ovejas? El pastor preguntó por las montañas si alguien sabía por qué el zorro le traicionaba y ayudaba al lobo a comer ovejas. Pero nadie le respondía. Nadie tenía respuesta a la estulta actitud del zorro. El zorro era un Ladrón de esperanzas. A escondidas.

Una noche el pastor tuvo un sueño y oyó una voz que le decía: “Los ladrones de esperanza no saben lo que hacen, ni quieren saberlo. Se creen poseedores de la verdad y de toda la esperanza del mundo. Pero cuando su amigo el lobo se marche se quedarán solos. Y ellos serán los tristes. Volverá la esperanza a todos”.

Me despertó un rayo de sol y el canto de los pájaros. Había sido una pesadilla. Pero la realidad es que el zorro no se ha dado cuenta de lo que ha tenido que pagar este año pasado para mantener todo ese cuento. Sigue creyendo que ha pagado 150 euros. Pero si le sumas 500 euros ha pagado en total 191 euros. Y para el año que viene se preveé que serán 220 euros.

Fin del cuento y del sueño: Este zorro es tonto. Ayuda a que el lobo coma más ovejas y el que las está pagando es él. Este año 191 euros, el año que viene, dependiendo de lo que coma el lobo, 220 euros ……o más, mucho más…….

Pero,  ¿a quién se le ocurre poner un lobo a cuidar a las ovejas?

Pues a muchos queridos lectores. A muchos. A pesar de que se les avisa. Se les ocurre a los Ladrones de Esperanza. 

2 comentarios en «LADRONES DE ESPERANZA.»

    • Mi buen abogado y mejor amigo Manolo Dévora, Presidente de Las Palmas Acoge, que durante su vida personal y profesional ha parado a tantos ladrones de esperanza y ha devuelto el optimismo a tanta gente.

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