La lenta agonía de la democracia en España

La preocupación de Felipe VI se refleja en su rostro en la toma de posesión del Gobierno de Pedro Sánchez.

Agustín Santana, 01.12.2023

Quiero agradecer a Felipe VI su extraordinaria profesionalidad ante la tremenda presión a la que lo están sometiendo esta clase política inculta y grosera.

La firmeza, elegancia y actitud institucional del Rey en el infumable discurso de la Presidenta del Parlamento, a la que solo le faltó decir «no tenemos rey», fue realmente impecable.

Sabe perfectamente que están matando, poco a poco, lentamente, a nuestra democracia, y preparando también su destitución como Jefe del Estado.

Difamarlo, despreciarlo, no acudir a sus actos, poco a poco, lentamente, un manifiesto hoy y otro mañana, hacerle sufrir, matarle la dignidad personal y profesional. La democracia en España lo aguanta todo. 

Lo dicen Ministros del Gobierno sin que el Presidente lo desmienta.

Los partidos minoritarios, Bildu, Esquerra y BNG se ausentan de su discurso en la inauguración de la Legislatura, y hacen un manifiesto donde  dicen no recoconer al Jefe del Estado y acusarle de corrupto. El Presidente no dice nada, por tanto el que calla otorga.

Los pactos y acuerdos que ha firmado Sánchez para poder llegar a ser Presidente están dirigidos a ir laminando, poco a poco, la separación de poderes, y acabar poco a poco con la democracia que tanto costó conseguir.

Los puestos principales para las decisiones que se tienen que tomar para la puesta en marcha de todos esos acuerdos los está haciendo el Gobierno con un descaro absoluto, poniendo no a los profesionales necesarios, sino a militantes del partido socialista.

Es tan evidente el plan que tienen que no hace falta poner más ejemplos.

Pero me sorprende que tantos socialistas estén aceptando el apoyo de partidos como Bildu y Esquerra o Junts,  que dicen claramente lo que quieren conseguir. Puedo entender que un político haga lo que sea para llegar a mandar, y que algunos le sigan, pero son muchos los que le apoyan, y son muchos también los socialistas que dicen no estar de acuerdo pero no hacen nada, solo lo dicen.

Desde Felipe González a Julián Galán, pasando por todos los que están continuamente en las televisiones cabreados con este despropósito. 

¿Por qué no se unen en un manifiesto contundente en contra de lo que no están de acuerdo?. ¿Están esperando a que Sánchez lo haga con el Rey, con la Constitución y con la democracia?. Está claro lo que pretende este Gobierno, impulsado por el Partido Socialista.

Es a los militantes del partido socialista a quién corresponde parar esta locura, y si no lo hacen, y se quedan en el partido sin intentar volver a sus principios, estarán dentro cuando Sánchez consiga sus propósitos. Entonces todos los que hablaron y no hicieron habrán sido cómplices de tener una democracia mucho más débil, o quizás ya una autocracia en toda regla.

La moral y la ética tiene que estar por encima de los partidos y de sus líderes.

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