“La Casa de Canarias en Madrid tenía una deuda con Pepe Dámaso -afirmó Roberto Miño-, el artista canario vivo más importante… Un artista universal y transcendental al que le hemos dado la medalla que tenía su gran amigo César Manrique, en un reconocimiento a toda su obra y en un sitio muy especial para él como es el Círculo de Bellas Artes de Madrid”.
“No le hemos hecho un regalo a Pepe Dámaso -agregó Miño-, él no los ha hecho a nosotros viniendo Madrid”.
Sobre el filme presentado opinó que “ya Pepe es un héroe atlántico. Su recorrido vital tiene mucho mérito. Me ha gustado mucho. Gustavo Socorro lo ha tratado con mucho gusto y ha mostrado el perfil universal del artista, desde sus años tanto en la Península como en el extranjero, particularmente en Nueva York. Era necesario darle esa dimensión global para que lo conozcan mejor las nuevas generaciones.
Roberto Miño comentó que esta medalla se suele dar una o dos veces al año, pero que la próxima no sabe a quién se la darán porque todavía estaba en shock por lo que ha supuesto conseguir que Pepe Dámaso viniera a Madrid y todo lo que ello ha supuesto por su arrolladora personalidad.
Sí recordó que la última fue concedida a la primera mujer alcaldesa del periodo democrático en el municipio de El Paso (La Palma), Hermas Méndez.
En conversación con el homenajeado y con el director del documental, Gustavo Socorro detalló que su próximo reto es abordar la figura de Benito Pérez Galdós. “Si Dios quiere, empezamos a rodar en enero para una plataforma. La idea es mostrar una biografía de Galdós, no solo desde el punto de vista literario, sino también desde el aspecto político, de la vigencia de su mensaje y del papel de la mujer en su obra”.
En cuanto a La vida en lienzo, Socorro consideró que el valor que tiene este trabajo es que ha conseguido ser una obra propia y no ha sido absorbida por Pepe Dámaso… “Ese era el peligro, por eso mismo agradezco que haya ganado la independencia creativa”.
“Es difícil”, coincidió Pepe Dámaso. “Aquí, en este documental, he visto una gran intensidad emotiva, cómo te diría, tanto de él como mía”. “Soy muy crítico con el éxito”, agregó. “En el cine, en el teatro, en el arte, es muy difícil saber de dónde viene o en dónde está el éxito… ¿Qué artista puede estar seguro de lo que hace?”.
Gustavo Socorro, quien recalcó el “gran equipo” que ha tenido detrás, detalla con respecto a la música que aparece en el filme que compone cuando tiene tiempo y no esperaba que la que ha incorporado al documental fuera a tener tanto éxito.
Estoy seguro conociendo a Pepe Dámaso como lo conozco desde finales de los 80, principios de los 90, que aún nos deparará alguna que otra sorpresa, porque, como sus iniciales indican (P. D.), todo en él tiene postdata y, como un prestidigitador del arte, se sacará algo de su chistera artística para volver a deleitarnos.