El Ateneo de Madrid albergó la primera proyección del documental dedicado al artista de Gran Canaria, quien recibió la Medalla de Oro de la Casa de Canarias en la capital de España.
Diario de Avisosedicion.digital@diariodeavisos.com Publicado el 20/11/2024
Por Nicolás de la Barreda
Por lazos del destino, mientras Canarias y España vibraban el lunes con marcado acento canario con el deporte rey en un partido celebrado en un estadio de fútbol de Tenerife, en el que un grancanario, Yéremi Pino, tras el lanzamiento de un penalti del tinerfeño Pedri González, le metía un gol a Suiza y hacía historia, España vibraba a su vez con Canarias en Madrid con otro grancanario, Pepe Dámaso, quien en una jugada magistral, ayudado por otro tinerfeño, Caco Senante, presente en el acto celebrado el Círculo de Bellas Artes de la capital hispana, asistía al estreno de un documental dedicado a su universo personal y artístico de la mano del cineasta y jurista Gustavo Socorro en su obra -quizás- más personal, La vida en lienzo, y les metía varios goles a todos los espectadores presentes en campos muchos más universales que el balompié.
Y siguiendo con el símil futbolístico, si Luis De La Fuente, entrenador del combinado nacional, hizo brillar a dos canarios esa misma noche eligiendo las jugadas y la táctica; Gustavo Socorro también consiguió hacer brillar en el estreno mundial de La vida en lienzo a su único e indómito jugador, haciéndolo jugar con otros contrincantes que jalonaron siempre su vida: la muerte, la sexualidad, el arte, la sensualidad, sus relaciones personales, su tropicalismo.
Pero la maestría de Gustavo Socorro radicó en mantenerse en un segundo plano todo el tiempo, como nuestro seleccionador nacional, para que brillaran su(s) jugador(es) estrella y así darle todo el protagonismo al artista, tanto en el acto de presentación como en la película, para contemplar el genio y figura de alguien que ya hacía tiempo que había metido varios goles en muchos otros campos más trascendentes que el fútbol
Tanto en la presentación del filme en el Círculo de Bellas Artes de Madrid como durante su realización, el cineasta recurre intencionadamente a la intensidad de Pepe Dámaso y se lo juega todo a una sola carta, ya que el artista es tan volcánico que puede provocar una erupción inesperada en cualquier momento del metraje.
Juega a un ejercicio de contención bien estudiado porque todo en Pepe Dámaso es desbordamiento y le sale bien la jugada porque además consigue que los contrincantes naturales del artista (muerte, sexualidad…) se conviertan en jugadores de su propio equipo y hace que el creador grancanario se sienta cómodo contando su vida y hazañas y dando espacio a su obra con un excelente hilo conductor como es la música, que enlaza todo y nada y que fue compuesta ex profeso por el mismo director.
Asistió al acto bastante público y autoridades como la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias (PSOE), exministra de Sanidad, que no descartó el dedicarle una calle o una plaza próximamente a Pepe Dámaso en la capital grancanaria, “ya que está plenamente integrado con la ciudad y con su barrio de La Isleta”. Y se comprometió “a darle la mayor proyección para que toda la ciudad esté con Pepe”.
Destacó que “la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y su Ayuntamiento están con lo que ha significado, con su universalidad y con su pasión por la vida y por el arte”. “Cuando nos propusieron participar en este proyecto -subrayó Darias-, lo hemos hecho encantados y ahora, cuando hemos visto el resultado, nos ha parecido maravilloso… Un documental con una banda sonora espectacular, pero que, sobre todo, nos relata la pasión que tiene Pepe Dámaso a lo largo de toda su vida y aspectos inéditos que nos hablan de su plasticidad, de su pasión, de su Canarias tropical y de esa conexión de la vida entre el arte y la naturaleza que también Pepe Dámaso ha sabido plasmar, como imitando al poeta alemán Hörderlin, que también lo hace… Esa mezcla de naturaleza, arte y cultura que Pepe Dámaso ahora, con este documental de Gustavo Socorro, nos ha trasladado a su universalidad”.
El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez (AV-PP), manifestó que “se ha hecho una potente obra de la vida de Pepe, que yo creo que de alguna forma se ha abierto, se ha expuesto a que todos conozcamos un poco sus sentimientos, su forma de entender la vida, su forma de pensar sobre la humanidad. Eso creo que hay que valorarlo y, sobre todo, lo bien que lo ha recogido Gustavo Socorro en este trabajo. Tengo que aplaudir tanto a Pepe, por aquellas cosas inéditas que ha puesto sobre la mesa y por aquellas cuestiones que nos ha contado, como a Gustavo, por la libertad con la que ha hecho el trabajo para poder contener esa realidad que hemos podido observar”.
A la pregunta de hasta qué punto se involucró el Consistorio en la realización de este documental, el regidor expresó: “La relación del Ayuntamiento con Pepe posee un largo recorrido, porque es de esos artistas que tiene obra desde los primeros hoteles del sur de Gran Canaria, en los años 60. Esa relación hemos intentado mantenerla. Pepe está presente entre nosotros y ese Ángel de las Dunas, que es, de alguna manera, su última obra pictórica, que quiere transformar en escultura, estamos a ver si somos capaces de conseguirlo”.
Pepe Dámaso está presente en muchos lugares del municipio, al margen de que, como señaló en el documental Patricia Izquierdo, catedrática de Historia del Arte por la Universidad de Madrid, “la historia catalogará a Pepe Dámaso y lo pondrá en su sitio”.
Roberto Miño hizo entrega al artista de la distinción de la Casa de Canarias en Madrid. / DA

Uno de los momentos emotivos de la noche tuvo lugar antes de la proyección y llegó de la mano de Roberto Miño, presidente de la Casa de Canarias en Madrid, cuando le impuso al artista de Agaete, que el próximo diciembre cumplirá 91 años, la Medalla de Oro de esta institución.
Como curiosidad, la medalla no se sujetaba en la solapa de la chaqueta del artista y él bromeó con que “no se quería ir” con él. Luego llegó el aplauso unánime, y la emoción de Pepe Dámaso y de un público entregado.
Pepe Dámaso, durante su intervención en el acto celebrado en el Ateneo de Madrid
