Seré el primer Presidente de la República de España en el siglo XXI. La Corona la quiero, pero eso lo prepararé después.
Agustín Santana, 17.11.2023
Pedro en la Moncloa. Reflexión en la soledad de la noche.
Cuando me vieron detrás de las cortinas intentado engañar con los votos me despreciaron, me denigraron delante de todo el partido. En la soledad del baño, mientras me limpiaba las lágrimas de odio, pronuncié un juramento:
“A Mi Yo pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a dejar el Sillón, ni yo ni ninguno de los que me sigan. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar, ¡a Mi Yo pongo por testigo que jamás volveré a salir del poder!
Y me llegó el momento. Lo preparé durante años, viajando en mi coche día y noche, reuniéndome con adeptos a los que les prometí un puesto vitalicio, un seguro de vida, para ellos, para sus familias y para sus amigos. Algunos me tocaron por loco y no me siguieron, pero la mayoría creyeron en mí y ahora están conmigo, renegando de su propia tierra, de sus barrios y de sus vecinos, de los que le votaron para que trabajara para ellos.
¡Ingenuos!
¿Acaso es más importante tu pequeña ciudad o pueblo que ganar el poder para siempre?
La vida eterna en política existe, y yo la represento, la defiendo, la amo con locura. Es mi leitmotiv, mi insistencia, mi logro, mis cambios en la composición para que la orquesta suene equilibrada y armónica, para que todos acepten mi melodía y me sigan en fila, uno detrás de otro, hasta la solución final.
Nadie me creyó capaz.
Y hoy soy otra vez Presidente del Gobierno de España gracias a mis nuevos amigos. No, no, los de Podemos ya tuvieron su ración de mando, ahora le toca a Yoli, como amiga más cercana, como puente entre mi izquierda moderada y su izquierda “un poquito más a la izquierda”, no puedo soportar que la insulten diciendo que son extrema izquierda.
En España solo existe una extrema, la derecha extrema y la extrema derecha, que no son democráticos, pero los que están conmigo son izquierda, de la buena, de la chachi. Mi izquierda, unida a las izquierdas, y derechas, y derechas extremas, vascas y catalanes, son las verdaderas izquierdas de España.
Los de derechas en España, la derecha extrema y la extrema derecha hay que apartarles, aburrirles, echarles. ¡Como gocé en la sesión con el plan conjunto de todos mis parlamentarios para hacer apartheid a toda la derecha!
Je, je, je, ver a Aizpurua atacando a Feijoo fue una delicia. Y mi Pachi, mejor todavía que Oscar, garra, fuerza, indolencia, risas. Les acusó de mandar a los violentos a las manifestaciones, y Aizpurua reía, gozaba, recordando cuando escribía algún tiro en la cabeza de cualquier objetivo marcado por su jefe, por mi amigo Otegui. No debieron matar a socialistas, pero “hay que hacer de la verdad virtud”, lo pasado pasado, se olvida, o se cambia de opinión.
Estoy feliz.
Soy Presidente de más de media España, doce millones de votantes.
La odiosa derecha se ha quedado con once millones. Ganamos. Somos más.
Antes de que Puig y Otegui se queden con sus terrenos me nombrarán Presidente de la República de España. A Felipe le prestaremos el Falcon.
Y cuando ya no estén, tendré dominada a toda la Nueva España, más pobre, más indefensa, mi España.
Y entonces sí, seré coronado. Pedro I de España, El Camandulero Burletón. Primer Presidente de la República de España en el siglo XXI primero, y primer Rey de España en el siglo de la tecnología poco después.
Empiezan a saber de lo que soy capaz. Pero todavía queda mucho por reir.
Continuará…… o no, en la España Pandillera nunca se sabe.