¿EL SER HUMANO PODRÁ SALVAR AL SER HUMANO?

Y Zelenski está en medio de toda esta miseria humana pidiendo que dejen su tierra en paz, que no quieren la guerra, que le devuelvan los terrenos que les han quitado, que el pueblo de Ucrania no quiere servir a Rusia, quiere ser soberano, independiente, democrático y ser parte de Europa libre.

Agustín Santana, 28.05.2025

Acabo de ver un magnífico documental sobre Zelenski que me ha reafirmado en la impresión que tenía sobre este personaje, que pasará a la historia como un gran defensor de la verdad, de la vida y de la dignidad de las personas y de los pueblos.

Cuando llegó a la Presidencia de Ucrania en mayo 2019 hizo todos los intentos posibles por reunirse con Vladimir Putin y llegar a un acuerdo para que cesase la invasión rusa, ya consolidada desde 2014 en Crimea y ahora atacando a Lugansk y Donestk. Consiguió una reunión en Paris en diciembre 2019 con Putin, Macron y Merkel. Zelenski le pidió a Putin que dijera qué quería de Ucrania, por qué había invadido Crimea, que estaba violentando la soberanía de su país. Putin contestó con mentiras afirmando que en Crimea no estaba el ejército ruso, que eran dos facciones de ucranianos peleados entre sí.

Macron y Merkel terminaron la reunión con saludos a Putin, sin presionarle para que admitiera la verdad que el mundo conocía. Sería la única vez que Putin se reunió con Zelenski.

Putin siguió presionando a Ucrania y en febrero de 2022 invadió todo el país llegando hasta la capital Kiev con el objetivo de asesinar a Zelenski.

En la ciudad de Bucha, y en otras más, el ejército ruso realizó una masacre de civiles, torturando, violando y matando a miles de ucranianos, niños, jóvenes y mayores, a los que encontraron muertos en las calles, algunos con las manos atadas a la espalda. Cientos de familias exterminadas.

Ucrania fue ayudada por el Presidente Biden hasta que perdió la presidencia en octubre de 2024, y pudo resistir ante el poderío militar ruso. Cuando cogió el mando de EEUU el Presidente Trump dijo que se acababa la ayuda militar a Ucrania.

El motivo de esta decisión de Donald Trump de abandonar a Ucrania frente al poderío ruso es una venganza del loco de la Casa Blanca. Cuando Zelenski cogió la Presidencia en 2019 Trump le pidió que le diera datos de los movimientos en Ucrania del hijo de Biden, a lo que Zelenzki se negó por la debida protección de datos. Trump quería utilizar esa información para atacar al Presidente Biden y conseguir la presidencia a base de esta extorsión.

Zelenski hizo lo que debía y Trump se vengó de él en cuanto pudo, a cualquier precio, apoyando a Rusia en sus ataques y poniendo en peligro las libertades y la democracia en Ucrania y en Europa simplemente por venganza personal.

Vladimir Putin es un tirano asesino, sin escrúpulos, sin sentimientos, frío y calculador, capaz de asesinar a todos los que no estén de acuerdo con él. Ha especializado a sus guardaespaldas en venenos que no dejan huellas, como los calzoncillos que terminan con la vida del que los usa en cuestión de horas. Encarcela, tortura y mata a los opositores en su país, y persigue a los que salen de Rusia hasta acabar con ellos.

El aprendiz Nicolás Maduro hace exactamente lo mismo, y Putin le ayuda a conseguirlo con personal ruso desplazado a Caracas apoyados por otros especialistas cubanos.

Zelenski está supeditado al poderío militar ruso que sigue destruyendo ciudades y matando a niños, mujeres, ancianos, colegios, hospitales, centros comerciales. Y Donald Trump, el más imbécil y loco de los presidentes de EEUU, no se enfrenta a Putin y abandona a Ucrania poniendo en peligro la estabilidad mundial. No le importa que Europa pierda soberanía, libertades y democracias. Le importa su venganza personal.

Al lado de todo esto está Netanyahu, que está destruyendo toda Gaza como respuesta al salvaje ataque de Hamás a los judíos, a los que abrió barrigas de embarazadas para sacar a sus hijos no nacidos y exhibirlos como trofeos. Y Netanyahu destruye todo, para exterminar a los terroristas mata a niños y a mujeres y a ancianos, y los deja morir de hambre. Y Hamás viste de soldados a bebés y a niños, les pone un arma de juguete en las manos y les grita que su objetivo en la vida es acabar con Israel, matar judíos.

Y están los que quieren que haya un estado palestino comandado por estos salvajes de Hamás, los que exhiben fetos y niños judíos dándoles vueltas por los aires para que todos los vean y los jaleen. Hay que salvar al pueblo palestino, pero no dejarlo en manos de Hamás, y si quieren seguir con los terroristas que sea dentro de Gaza, sin posibilidad de seguir haciendo las masacres del 7 de octubre ni seguir tirando misiles contra Israel un día sí y otro también.

Y aparece el loco de la Casa Blanca diciendo que hay que echar a todos los palestinos porque él quiere hacer un resort turístico en esas tierras, con piscinas, hamacas, campos de golf.

Y Zelenski está en medio de toda esta miseria humana pidiendo que dejen su tierra en paz, que no quieren la guerra, que le devuelvan los terrenos que les han quitado, que el pueblo de Ucrania no quiere servir a Rusia, quiere ser soberano, independiente, democrático y ser parte de Europa libre.

Pero los líderes europeos están sin fuerza, desde aquella reunión de París cuando Macron y Merkel le contestaron a Zelenski “aguanta, resiste, nosotros hablaremos con nuestros equipos”.

O cuando los rusos entraron en Kiev y Boris Johonson le dijo a Zelenski “tienes quince minutos para huir. Te mandamos un helicóptero y sal de Kiev”.  Hubiera sido el final de Ucrania y el principio del ataque ruso a los otros países colindantes que quieren vivir en libertad.

Mientras, en España, un Pedro Sánchez corrupto hasta las cejas aprueba en Consejo de Ministros el control de la justicia, a la que pone a los pies de los fiscales nombrados por él para que decidan qué casos se llevan a los jueces y cuáles no. Netanyahu quiso hacer lo mismo y el pueblo de Israel se manifestó en masa y lo impidió, pero en España solo protestan los jueces.

Y el actor cómico que se vio impulsado por su pueblo a coger la responsabilidad del país se encuentra abandonado por todos, con un apoyo limitado de Europa, y con el loco Trump más a favor del asesino Putin que de los demócratas europeos. Quizás Trump esté pensando ya en hacer sus torres por toda Rusia, repetir lo que hace en los países árabes, donde sus hijos se hacen de oro con sus negocios de torres o campos de golf, pactando y negociando con dictaduras y asesinos de sus pueblos.

¿Cómo salvar al pueblo ucraniano? Putin sigue matando todos los días, con la intención de exterminarlos, igual que hace Netanyahu con los palestinos. Los pueblos son los que pagan los delirios de estos siniestros personajes que dominan el mundo.

El ser humano está en peligro, gobernado por asesinos y locos que solo piensan en el poder y en el dinero.

¿Podrá el ser humano salvar al ser humano?

Deja un comentario