El sistema de partidos políticos en España se ha convertido en una fábrica de empleo para sus familias y sus amigos.
Agustín Santana, 24.11.2024
La Arquitecta Lola Cabrera López publicó hace unos días en el perodico La Provincia su artículo «Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad hedionda!.
Esta foto de hoy es de la calle La Naval, principal de La Isleta, a unos trescientos metros de la Playa de las Canteras y a unos cuarenta metros de la entrada a un hotel.
Tiene razón la arquitecta Cabrera, la suciedad de nuestra ciudad empieza a ser insoportable.
Los impuestos siguen subiendo, España se está convirtiendo en el peor país para vivir en cuanto a los gravámenes que se les imponen a los ciudadanos, y eso no se traduce, si quiera, en la limpieza de nuestras calles y plazas.
El problema de fondo está en el gasto político, que se ha convertido en una especie de barra libre, en un todo incluido para los partidos, para las instituciones y para los cargos públicos.
En el Cabildo de Gran Canaria se había subido los sueldos a los directores, pero pensaron que había sido poco, hay que subir más y además ponerles coche y chófer. A todos, pobrecitos, estaban olvidados. Dicen que el Presidente del Gobierno tiene unos novecientos asesores… ¿de verdad?
En las filas numeradas de los partidos se pelean por subir puestos, porque saben que si llegan a un puesto con mando y con un buen presupuesto pueden colocar a toda su familia y a todos sus amigos.
España no es de los españoles, es de los políticos. La gobernanza no va dirigida a la sociedad, a toda la sociedad, y en especial a la sociedad más desfavorecida, eso solo está en los programas que se presentan en las elecciones cada cuatro años.
No hay dinero para tener limpias las calles y las plazas, los pueblos y las ciudades, las carreteras, porque interesa más tener a una corte amiga cerca del sillón, en puestos irrelevantes perfectamente prescindibles, que a contratar personal de limpieza.
Hemos llegado ya al desastre de gestión que significa tener más dirigentes que dirigidos. Y sigue aumentando. ¿novecientos asesores? Todavía quedará algún puesto más si llega algún familiar o amigo sin trabajo.
Para eso estamos, para que no me falte de nada a mí ni a mi familia, que no falte el mejor vino, el mejor coche, el mejor chófer, el mejor viaje, las mejores vacaciones, comprar una nueva y grande casa, salir todos los dias en los periódicos y en las teles, vivir del cuento, sin trabajar realmente, y sin tener idea de lo que hay que hacer. Para eso están los asesores.
Y ustedes, ciudadanos, contribuyentes, a pagar. A pagar cada vez más y a vivir en barrios donde la suciedad llega hasta la puerta de tu casa.
¡Los políticos tenemos que vivir dignamente, como corresponde al importantísimo puesto de representación que ostentamos, como corresponde al nuevo rico!
Que hay pobreza y miseria en las familias, y suciedad en las calles…..»son los nuevos tiempos, estúpido»