Sobre Jorge Alemán
Aunque yo conocí a Jorge siendo mayores los dos, sabía de él desde mi etapa juvenil porque era el locutor de radio más conocido y con la voz más adecuada y bonita de todas las emisoras locales y nacionales.
Esa hermosa voz de tenor grave que habla con dulzura y claridad, llega enseguida el oyente porque transmite serena y perfectamente bien lo que está contando.
En una ocasión tuve la oportunidad de escucharlo y verlo en persona presentando un importante acto oficial en el Teatro Pérez Galdós y me llamó la atención comprobar que ese magnífico tono de voz era exactamente le mismo que yo escuchaba en las emisoras de radio.
Jorge era y es una persona muy conocida en la sociedad grancanaria y cuando tuve la gran suerte de conocerlo personalmente descubrí otra cualidad suya que yo desconocía, que es una enorme humildad y empatía, lo que hace que su trato personal sea siempre, siempre, exquisito.
Si a estas condiciones personales le añades un excelente e inteligente sentido del humor socarrón canario, hay que entender que ser su amigo es cosa fácil, sobre todo porque se trata de un hombre bueno, de carácter muy afable y dota de una gran cultura.
Particularmente me siento muy orgulloso de ser uno más de sus incontables amigos. Procuro no perder su contacto porque siempre aporta algo. Jorge no pasa desapercibido. Su amena conversación, acompañada siempre de su característica y agradable sonrisa, lo convierte en un magnífico y excelente profesional de la comunicación.
En mi opinión ha sido, sin duda de ninguna clase, uno de los mejores locutores que ha habido en Canarias n los últimos sesenta años.
Con su larga y sanísima experiencia vital y esa hermosa forma de ser, a pesar de los tremendos golpes que da la vida de vez en cuando, su carácter es su principal valor.
Es un amigo que entiende la amistad como una entrega obligada al otro y su compromiso de lealtad hacia él es inamovible.
Podemos decir que Jorge Alemán fue y es un gran comunicador, de los mejores sin duda, pero lo supera su destacada personalidad, el haber dejado un gran y bello recuerdo en varias generaciones y por haber sabido sacarle a la vida absolutamente todo lo que tiene de positivo. Jorge transmite felicidad.
Es un claro triunfador con el que cualquiera sentiría a gusto oyéndole contar en persona sus propias e interesantes experiencias y numerosas anécdotas, que siempre hace desde la humildad de su carácter bonachón, expresada por la mejor voz que ha habido en el mundo de la comunicación en Canarias.
