Poema Nada. Del libro “Claroscuro de octubre”. Editorial A.C. Letras Cascabeleras. Publicado en Cáceres en junio de 2017.
A veces no necesito de nada.
Nada en la mente, la mente en la nada.
No necesito ni el aire, ni la luz.
No necesito la vida ni los sueños.
Nada.
A veces, si no abro los ojos, me encuentro a mí misma.
Flotando entre la nada y el sentido que conlleva.
Ni respiro, ni siento nada.
El sonido se funde en el incoloro pensamiento que me separa.
Nada.
Me vuelvo etérea, sin nada.
Ni ropas, ni trazos, ni espinas, ni dolor.
Ni amor, ni deseo, ni sed, ni nada.
Es como en un sueño blanco, que luego no se recuerda.
Es como morir una vez y volver de la nada.
Es estar y no ser, no pensar ni sentir.
Vacía la vida, llenando la nada.
Nada.
Es nada y todo en un segundo.
Cerrar los ojos y no llegar nunca.
Se escapan las horas, se vacía mi alma.
Entra la paz y llena mi cuerpo de nada.
Nada.
Me esponjo entre mi cuerpo, si pienso en quedarme.
No tengo nada,
nada confunde el lado oscuro de la tarde.
Mañana…
Nada.
Incitaré a la música por los rincones
a sus letras imaginadas,
al arrope de los bailes, a la luz en la amanecida.
Retengo un corazón que no tiene nada.
Nada.
Nada digo y nada callo,
nada cambio en mis días.
Para llenar los vacíos que en ella tengo,
para tener los minutos que en ella lloro…
Nada.