ARGENTINA, COMO ESPAÑA, NO NECESITA LÁGRIMAS. Necesita buenos y decentes políticos. ARGENTINA, LIKE SPAIN, NEEDS NO TEARS. Good and decent politicians are needed.

Argentina es país de belleza y de riqueza, económica y cultural. Al sentir de los españoles es una parte más de España, y yo mismo he disfrutado de los viajes a Argentina encontrándome como en casa, cómodo y feliz, de pasear por las calles de Buenos Aires, de visitar lugares mágicos como la Selva Misionera con las impresionantes Cataratas de Iguazú, y de sorprenderme en la Patagonia con el Calafate y el Glaciar Perito Moreno. Un país con numerosos Recursos Naturales, con un potencial agrícola enorme en las Llanuras de La Pampa, con reservas de petróleo y de gas natural y recursos mineros y forestales.

Y, como España, sumida en una crisis económica profunda, una gran empresa mundial dirigida por políticos ineptos y corruptos. Sus dirigentes de los últimos años han arruinado al país, trabajando para sus intereses personales y políticos, y convirtiendo su paso por la política en una inmensa inversión de dinero personal, enriqueciéndose de una manera brutal a costa del pueblo argentino. Y la justicia, igual que en España, no reclama la procedencia de esas grandes fortunas, alimentadas por su posición de poder, sus influencias y su olvido de los intereses y de las necesidades de la comunidad.

Calafate, un maravilloso pueblo de la Patagonia, tiene sus mejores hoteles y tierras en manos de una familia de políticos que hace unos años no tenían fortuna alguna. No se puede hacer tanto dinero legalmente, y si así lo fuera, habría que demandar que la política no pague intereses particulares de ese nivel, porque los paga el pueblo. Nuestros países necesitan dirigentes preparados para dirigir una gran empresa, formados para entender la macro y la microeconomía, gestores profesionales que estén apoyados y controlados por equipos políticos preparados para hacer política en favor de nuestros pueblos.

Argentina no necesita más lágrimas, ni lamentos ni hipocresía, ni personajes de papel couché, ni intrigas ni espionajes extorsionadores. Argentina, como España, necesita políticos decentes, con sentido común, que sepan dirigir y hacer dirigir, que estén controlados por auditorías externas que no les permitan hacer el país suyo, que les obliguen a presentar sus objetivos y sus logros, que les obliguen a trabajar por el bien común y por los más desfavorecidos, con inteligencia y con formación. La democracia tiene que buscar controles para evitar los abusos de una clase política actual deshonesta y despilfarradora del dinero de todos.

Argentina y España necesitan de una Planificación de sus Recursos, una actualización de sus Sectores Industriales, un aprovechamiento de su Cultura y sus Bellezas Naturales, Educación y Enseñanza de nivel, un trabajo intenso sobre Nuevas Tecnologías y Digitalización, Nuevas Energías. Científicos, Expertos y fuerte Inversión en Investigación y Futuro.

Ni lágrimas ni lamentos fingidos; decencia, honradez, honestidad, preparación, personalidad, trabajo por el bien común, visión de futuro.

O la Política y el Pueblo o el Dinero. En definitiva, Valores Humanos.