Agustín Santana, 28.07.2023

Pocas veces en la vida te encuentras con alguien excepcional, con una de esas personas para enmarcar y replicar en la vida de las emociones. La salud siempre es lo prioritario desde que naces y por esto los médicos, los de familia y los especialistas, son, posiblemente, tu acompañante más importante.

Victorio Perera fue nuestro médico de familia algunos años pero seguimos manteniendo contacto. Hoy me ha enviado este whatsapp:

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Estimado amigo.

Cuando me contaste el diagnóstico, me quedé sin palabras… Qué decirle a alguien que se enfrenta a esto más que ofrecerse a escuchar y acompañarte en lo que necesites o cuando te apetezca… No tengo ni idea de cómo lo afrontaría yo mismo cuando me suceda si no fuera de forma brusca e inesperada…

Cuando pienso en mi vida me coloco en la posición del protagonista de una novela… la historia de mi vida que quisiera pensar que escribo y dirijo cada día… Espero que sea una historia positiva y constructiva para mí y para los demás… y hasta ahora he pensado que cuando se acerquen los últimos capítulos debo intentar que la historia mantenga la coherencia y los valores que he intentado representar… En una página de ayuda a escritores sugiere esto para ayudar a esos últimos pasos: 

<A la hora de escribir el final de una novela:

Pregúntate si ha finalizado el conflicto.

Fíjate en el protagonista.

Revisa los objetivos de tu protagonista.

Comprueba que has dejado atrás el clímax.

Asegúrate de que tu final es el lógico.

Verifica que has desarrollado la estructura que habías planeado>

 Me parece un plan razonable. Tú céntrate en tu vida y que los tratamientos médicos no nos distraigan de tu EJEMPLAR HISTORIA VITAL.

La frase <Vive cada día como si fuera el último> nunca me ha parecido una buena idea… Yo diría <Vive cada momento y con cada persona como si tuvieras por delante toda la eternidad> 

y despídete siempre con la confianza de que nos volveremos a ver de nuevo mañana…  Todo esto lo digo porque creo no debo eludir el tema clave contigo.  pero no quiero que pienses que no tengo confianza en que tus oncólogos puedan darte mucho y buen tiempo que compartir y disfrutar.

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Hoy en día muchísimas personas acogemos al cáncer como una pieza más del puzzle de la vida. Cuando te lo comunican sin esperarlo es como un puñetazo en la cara que te coje despistado. Pero te vas a la esquina, te repones y empiezas de nuevo la lucha.

Después de esos momentos groggies, en mi caso por poco tiempo, lo he hecho mío, lo he aceptado como parte de mi cuerpo pero no aceptándole que me rompa la vida. LLeva conmigo desde el 2013 y con la guía de magníficos oncólogos y un equipo fantástico en el Dr. Negrín lo hemos dominado.

Con la doctora Ribeiro pude hablar con toda claridad y tomar las decisiones conjuntas en la línea de calidad de vida por encima del miedo y de la postración o la dejadez ante el nuevo acompañante. Y lo mismo últimamente con el Dr. Martínez, con lo que han pasado nueve años en los que hemos podido mantenerlo a raya, incluida la buena mesa, el buen vino, la familia, los buenos amigos (pocos pero muy buenos), la música, la mañana, la tarde, la web, los libros, el paseo tempranero, la vida con momentos de oro.

Pero este año el compañero de camino se rebeló y se fue de paseo desde la próstata hasta una vertebra lumbar. Y los oncólogos y urólogos, en ese comité del Dr. Negrín que funciona de maravilla, están preparando ya la nueva defensa.

Y cuando comento con mi amigo Victorio el nuevo proceso me envía el whatsapp que he querido compartir aquí con mis amigos de esta web  bachpuccinithebeatles.com y con todo aquel que entre en la web.

Querrás seguir caminando por mi tejido fuerte para hacerme más débil, es tu objetivo y no te lo puedo reprochar, pero no te lo vamos a permitir querido compañero. En cada esquina te encontrarás con grandes stops que te echarán para atrás, para el mismo punto donde empezaste después de tu paseo.

Llevas diez años conmigo y no has podido abatirme, porque la investigación sobre las células y su comportamiento han traído nuevos tratamientos que están pudiendo contigo.

Querido Victorio, en la sociedad actual, desnaturalizada, desinformada a pesar de tener más información en un móvil que en todas las bibliotecas y hemerotecas de España, con una sociedad civil dormida y de vacaciones, se hace más dificil mantener en toda la vida la coherencia y los valores.

Cuando repasas un escrito tan bonito y lleno de vida como tu whasapp de esta mañana te preguntas si realmente lo has hecho bien. Fuera de los miles de errores cometidos durante tantos años, ¿qué vas a dejar en tus hijos, en tus nietos, en tus amigos?

Yo tengo la esperanza de dejar algo de buena huella. Como la dejaron Gabriel Samper, Gerardo Santana, Miguel Rodríguez, Andrés Macías (sacerdote y humanista), Miguel Angel Correa. Un listón muy alto. Pero para eso queda mucho tiempo. Mis nietos quieren verme los fines de semana y no les quiero fallar todavía.