TARDES DE DOMINGO 19.01.2025. Néstor Doreste Padilla, » Unión Deportiva Las Palmas, 1949. Anécdotas»

Néstor Doreste Padilla, Gran Canaria

Estudió en el Colegio Viera y Clavijo y posteriormente en la Universidad de la Laguna donde hizo la carrera de Arquitecto Técnico. Fue Jefe de Sección de Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Hijo de uno de los fundadores de la Unión Deportiva Las Palmas actualmente es el socio vivo más antiguo.  Escritor de 9 novelas, 21 relatos, 1 ensayo, 2 historias, 1 biografía y diversos artículos.

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UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS, 1949: Anécdotas»

Néstor Doreste Padilla. Del Libro Relatos con Canas, CanariasEbook 2017.

En una pequeña ciudad se practicaba un fútbol de mucha calidad y había cinco equipos que representaban a cinco barrios. El juego que se acostumbraba a ver cuando se enfrentaban en el campeonato oficial era muy parecido al practicado por los mejores equipos del mundo, con el añadido que aportaba el haber jugado de pequeños en las numerosas playas de arena existentes en dicha ciudad. Según decían los expertos, jugar descalzos proporcionaba a los niños una sensibilidad especial en el manejo del balón, que se convertía en un magnífico dominio cuando se calzaban las botas.

La mayoría de los jugadores de estos equipos eran tan buenos que otros más poderosos de otras ciudades los contrataban desde que despuntaban y así fue como esa ciudad los iba perdiendo.

Un día se reunieron algunos dirigentes y acodaron empezar las gestiones para evitar esa fuga. La solución fue crear un solo equipo y hacerlo poderoso para que esos jugadores permaneciesen en su tierra sin dejar de jugar al fútbol.

Al principio unos pocos dirigentes no vieron con buenos ojos la ide de ver desaparecer a sus propios equipos de toda la vida para construir uno nuevo, lo cual dificultaba bastante la situación.

A pesar de todo imperó la cordura y, finalmente, lograron un acuerdo que en boca de algunos había sido milagroso. Se había conseguido lo que hacía un año parecía imposible. Se confeccionó una plantilla con los mejores jugadores de los cinco equipos, se le puso el nombre de la provincia en la que se encontraba la ciudad y se eligieron los colores de la isla a la que pertenecía.

Casi nadie utilizaba el nombre del equipo y muchos le llamaban “el equipo único”, si bien con el tiempo fue desapareciendo esa costumbre y pronto todos le llamaron por su nombre correcto.

Por imperativos de la Federación de Fútbol los dos equipos más destacados de los cinco equipos tuvieron que jugar lo que se denominaba una liguilla con el equipo producto de la fusión y quien la ganara ascendería a la segunda división del país.

Varios dirigentes de aquel equipo único estaban temerosos de que, por esos raros avatares de la vida y del fútbol en concreto, no ganasen esa liguilla y, entonces, aquél magnífico proyecto se vendría al traste. Pero uno de ellos tuvo una idea que resultó milagrosa. En el último partido que se celebraba, el equipo único tenía que ganar a la fuerza porque si no ascendería el otro y eso no lo quería nadie.

Fue por ello que el técnico del otro equipo, que estaba a favor de la reciente creación del nuevo, jugó el partido con un futbolista no contratado de tal forma que si lo ganaba el equipo único tenía la posibilidad de protestar oficialmente por la indebida alineación y, entonces, darían por perdido el partido y el ganador sería el nuevo equipo.

Aunque parezca raro, se dio esa circunstancia, es decir el partido lo ganó el otro equipo y se tuvo que recurrir a la protesta, la cual finalizó dándole la Federación de Fútbol los puntos disputados al equipo único por alineación indebida en el otro cuadro, lo cual motivó el tan deseado ascenso a la segunda división.

Era tan bueno el equipo nuevo que al año siguiente ya estaba en primera división jugando contra los mejores del país y ahí continúa hoy, haciendo muy felices a todos sus aficionados.

Esta unión de cinco equipos para conseguir uno solo era, probablemente, la única vez que ocurría en el país. Seguramente ningún equipo de los existentes ha tenido esto orígenes tan solidarios y románticos que culminó con la unión de cinco barrios que, históricamente, siempre habían sido rivales en el ámbito futbolístico.

Equipo único, Unión Deportiva Las Palmas, 1950

Esta singularidad ha hecho que este equipo sea hoy lo que se conoce con la expresión “es más que un club”. Muchos piensan que, en realidad, es el único equipo del país al que se le puede adjudicar esta frase porque otro nació con estas características de unión, donde, por encima de todo, está reflejado el amor a la tierra y la solidaridad.

La identidad de un pueblo viene dada por su entorno, por su historia, por su raza, su geografía, su lengua y su psicología, es decir, por todos aquellos elementos que lo diferencian de otros pueblos. Tener plena conciencia de esto constituye la manera de ser de un pueblo. Como símbolos externos de esa identidad suele citarse lo más destacado dentro esos elementos distintivos, como una montaña, un objeto tradicional, un instrumento, un ave, etc.

En lo que se refiere al caso que estamos contando, del equipo único se puede decir, sin temor a errores, que forma parte de esos símbolos de identidad, todo ello por lo que emana de sus orígenes, debidos a la solidaridad y a la generosidad de un pueblo que nunca puso obstáculos a la unión, pasando por encima de sus propios sentimientos u-y pasiones.

Todos los habitantes de esa preciosa y costera urbe le dieron mucha más importancia a lo colectivo y a la comunidad y eso se llama ser universales. Digno ejemplo de esa ciudad, en cuyo hermoso nombre figura el adjetivo “gran”, apócope de grande, a lo que es lo mismo, que excede a lo común, igual que los orígenes del equipo único aquí narrado.

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