Agustín Santana, 02.04.2024
En el año 1995 pasó por nuestras oficinas en Las Palmas de Gran Canaria un joven ecuatoguineano español, de padre catalán, que había vivido en su infancia en nuestra ciudad cuando su padre construía los primeros grandes despósitos para DISA.
José Antonio Viñas Melango, que vivía por entonces en Barcelona, había decidido irse a vivir a Malabo, y en su país estaban demandando máquinas de escribir manuales por los continuos cortes de luz que padecían.
Al año siguiente, 1996, abrió sus puertas en Malabo una empresa singular, muy especial, una empresa que iba a marcar el ritmo primero de los Equipos de Oficina en el país.
Entre al año 1996 y 2001 SUMINISTROS GENERALES instaló en Guinea Ecuatorial 1.097 equipos entre Maquinas de Escribir, Calculadoras, Telefax, UPS, Ordenadores (los primeros ordenadores de la informática, Pentium III), Impresoras, Copiadoras, Aires Acondicionados, convirtiéndose así en una referencia en el país.
Contar todos los éxitos acumulados a lo largo de los años sería muy largo; proyectos, instalaciones, las primeras wifis en Malabo en el Poder Judicial, las numerosas Aulas Informáticas en Malabo y en Bata.
Suministros Generales, con José Antonio Elomba a los mandos, implantó en Guinea Ecuatorial la seriedad, la profesionalidad, el servicio al cliente;
El primer Servicio Técnico del país, con técnicos formados en nuestras instalaciones, que mantenían y reparaban tanto en las oficinas del cliente como en las nuevas dependencias que la empresa iba abriendo según las necesidades del mercado.
Nuestro Jefe de Servicio Técnico, Juan Martín Melián, que me acompañó en muchos de los viajes, realizó un gran trabajo de apoyo y consolidación.
Uno de los más gratos trabajos directos que conservé durante tantos años fue atender a Suministros Generales. Mis visitas a Malabo y a Bata se convertían en un intensísimo trabajo lleno siempre de sorpresas, de la magia que envuelve a Africa.
Guinea Ecuatorial es nuestro país en Africa, es el único país africano que habla español, que siente a España, donde los jóvenes de aquella época soñaban con conocer España.
Hace unas semanas Sócrates me enviaba esta foto: