RESTAURANTE VEGA, Barranco de Guayadeque, Gran Canaria, 19.02.2025

Agustín Santana, 20.02.2025

Un inspirado poeta, o un agudo publicista, definió hace tiempo Gran Canaria como «un continente en miniatura». Durante años fue la frase más utilizada para definir a la isla. Pero no es solo una idea bonita o un eslogan con gancho: es la mejor definición de nuestra isla, que ya en tiempos lejanos fue idealizado como sede del Paraíso.

Además de playas y sol, piscina y buen tiempo, Gran Canaria ofrece muchos atractivos escondidos en los pueblos, en las montañas, en sus barrancos.

Las Dunas de Maspalomas, el Puerto de Mogán, el Risco Caido y las Montañas Sagradas, la ciudad vieja de Vegueta donde nació en 1478 el Real de Las Palmas, que vieron nacer a Benito Pérez Galdós y a Alfredo Kraus, los pueblos de Teror y Tejeda, el Barranco de Guayadeque.

Guayadeque es una joya escondida de la naturaleza, de quince kilómetros de extensión, con laderas escarpadas cubiertas de vegetación autóctona y con numerosas cuevas naturales que algunas han sido adaptadas para viviendas particulares o para restaurantes. Numerosas de esas cuevas fueron utilizadas por los antiguos canarios como hogares, graneros y lugares de entierro.

Desde 1981 El Restaurante Vega ofrece el mejor Lechón a la Sal de Gran Canaria. Airam Vega convirtió una cueva de vacas en uno de los restaurantes rústicos más interesantes de nuestra isla.