RELATOS DE CANARIAS 2.- La juventud en los años sesenta en Las Palmas de Gran Canaria. Youth in the sixties in Las Palmas de Gran Canaria.

"Con los Beatles llegaba una nueva forma de ver la vida, una revolución juvenil que necesitaba romper los moldes establecidos...." "With the Beatles came a new way of seeing life, a youthful revolution that needed to break the established molds...." Republicacion 29.01.2021

Las Palmas de Gran Canaria en los años sesenta era una ciudad muy viva, con unos doscientos mil habitantes frente a los casi cuatrocientos mil que tenemos hoy, con dos puntos de encuentros tradicionales, la calle Triana y La Playa de las Canteras, y la expectación por el progreso con un turismo joven, nórdicos preferentemente, en los meses de invierno de noviembre a marzo.

La ciudad estaba partida en dos, el Puerto y la Isleta donde estaba la diversión y las discotecas, con la Playa de las Canteras y el Parque de Santa Catalina como puntos neurálgicos, y el Parque de San Telmo, la calle Mayor de Triana y el barrio de Vegueta.

Con los Beatles llegaba una nueva forma de ver la vida, una revolución juvenil que necesitaba romper los moldes establecidos para librarse de las ataduras convencionales, una contracultura de confrontación generacional en la moda, en la estética, en las relaciones. Y con los Hippies llegaba una generación nueva de poetas, de escritores, de artistas con su fraternidad bohemia que cambiaba radicalmente las formas de vida y la actitud ante ella.

La influencia de estas nuevas corrientes llegaba a nuestra ciudad que ya era una ciudad cosmopolita, con culturas muy diferentes que se concentraban en el “Catalina Park”, primera pregunta que hacían los turistas cuando llegaban a la ciudad. La pujanza del Puerto de la Luz contribuyó a las reuniones al aire libre que proporcionaba el Parque, una espléndida armonía entre los canarios y los turistas, marineros, comerciantes africanos, rubias escandinavas, artistas y pintores callejeros, y personajes nativos inolvidables como Lolita Pluma y Pepe el Limpiabotas hacían de Catalina Park un lugar único.

La Playa de las Canteras siempre ha sido el corazón de la ciudad, desde finales del siglo XIX, y ya en la mitad del siglo XX lugar donde se pasaba los meses de vacaciones, los que podían en los apartamentos y otros en las casetas de madera. Era la playa de todos, el baño y el sol, los juegos en la arena y con las olas, el paseo tranquilo con las copas, las reuniones de amigos en la arena por las noches, el inicio del turismo, los primeros bikinis de España, el olor y el sabor a mar por todas partes.

La calle Triana fue siempre el tradicional centro comercial de Las Palmas de Gran Canaria, donde nacieron las grandes consignatarias de los ingleses, la Casa Miller con un amplio caserón, los Almacenes Cardona, las viejas tiendas en los bonitos edificios, la calle principal por excelencia para las compras, el paseo y el encuentro, como si fuera el salón de la vieja ciudad, con el paseo de la gente joven y mayor de un lado a otro, un lugar con sabor a lo conocido, lo propio, lo cómodo.

En este ambiente festivo y alegre los jóvenes de la época eran felices, con su ciudad, con su playa, con su calle Triana, con el pelo largo, los pantalones de campana o la minifalda, colarse en el cine Rex en el descanso, siempre con su pandilla de amigos, con la amistad, la lealtad al grupo, la alegría planeando los días siguientes, hacer torneos de lucha canaria, carreras de fondo dando vueltas en las calles, el juego de las chapas de una alcantarilla a otra, las espadas de madera hechas por los mismos niños, las reuniones en los parques hasta la hora de llegar a casa.

Una ciudad vieja que se transformaba a pasos agigantados con su nueva generación de jóvenes alegres, con la música maravillosa y transformadora de los Beatles.

ENGLISH

And I Love Her......esta canción la cantaba yo en los sesenta con mi amigo Noly. .. this song was sung by me in the sixties with my friend Noly.

Las Palmas de Gran Canaria in the sixties was a very lively city, with about two hundred thousand inhabitants in front of the almost four hundred thousand that we have today, with two points of traditional encounters, Triana street and La Playa de las Canteras, and the expectation for progress with a young, Nordic tourism preferably, in the winter months of November to March.

The city was split in two, the Port and the Isleta where the fun and the nightclubs were, with Playa de las Canteras and Santa Catalina Park as nerve points, and the San Telmo Park, Triana’s Calle Mayor and the Vegueta neighborhood.

With the Beatles came a new way of seeing life, a youthful revolution that needed to break the established molds to get rid of conventional bonds, a counterculture of generational confrontation in fashion, aesthetics, relationships. And with the Hippies came a new generation of poets, writers, artists with their bohemian fraternity that radically changed the ways of life and attitude towards it.

The influence of these new currents came to our city which was already a cosmopolitan city, with very different cultures concentrating on the «Catalina Park», the first question that tourists asked when they arrived in the city. The strongness of Puerto de la Luz contributed to the outdoor meetings provided by the Park, a splendid harmony between the Canaries and tourists, sailors, African merchants, Scandinavian blondes, artists and street painters, and unforgettable native characters such as Lolita Pluma and Pepe the Shoes Cleaner made Catalina Park a unique place.

Playa de las Canteras has always been the heart of the city, since the end of the nineteenth century, and already in the middle of the twentieth century where the months of holidays were spent, those who could in the apartments and others in the wooden sheds. It was everyone’s beach, the bath and the sun, the games on the sand and with the waves, the quiet walk with the drinks, the gatherings of friends in the sand at night, the start of tourism, the first bikinis of Spain, the smell and taste of the sea everywhere.

Triana Street was always the traditional shopping center of Las Palmas de Gran Canaria, where the great consignors of the English were born, the Miller House with a large farmhouse, the Cardona Warehouses, the old shops in the beautiful buildings, the main street par excellence for shopping, walking and meeting, as if it were the hall of the old city , with the walk of young and old people back and forth, a place flavored with the known, the same, the comfortable.

In this festive and cheerful atmosphere the young people of the time were happy, with their city, with their beach, with their Triana street, with long hair, bell pants or miniskirt, sneaking into the Rex cinema at rest, always with their gang of friends, with friendship, loyalty to the group, joy planning the following days , make Canarian fighting tournaments, background races circling the streets, playing veneers from one sewer to another, wooden swords made by the same children, meetings in the parks until you get home.

An old city that was transformed in leaps and bounds with its new generation of cheerful young people, with the wonderful and transformative music of the Beatles.

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