La Boheme de Giacomo Puccini es un regalo maravilloso para todo aquel que le guste la música, y es seguramente uno de los espectáculos que debemos ver todos al menos una vez en la vida. El argumento es sencillamente fascinante; el París de 1800, el Barrio Latino, unos jóvenes bohemios que viven en una buhardilla y que se las ven y se las desean para poder pagar el alquiler, o poder echar algo a la chimenea para calentarse, o poner algo en la mesa para comer.
Los personajes son una modista, un poeta, un pintor, una cantante, un filósofo, un músico, artistas que comparten sus deseos, sus ilusiones, la vida toda. La amistad está por encima de todo, la alegría se contagia y la solidaridad es un bien común, aun cuando el drama también les acompaña.
Este próximo sábado. difrutando de una de mis operas favoritas. me acordaré de un delicioso libro de Arundhati Roy, El Dios de lasPequeñas Cosas, libro que aconsejo al que no lo conozca. En este mundo que nos está tocando vivir, donde los dioses son el poder y el dinero, se agradece vivir acontecimientos como éste.
En la Boheme Puccini le pone música a la vida real, a las cosas que más importan en el corazón; el regalo de una cofia rosa, una copa de vino, el empeño de unos libros por un poco de dinero, compartir con los amigos una comida que ha costado muchísimo conseguir, la seducción y la coquetería, la poesía y la pintura, un manguito de piel para el frio, un poeta cantando a su amor “yo soy el poeta y ella es la poesía”,……………
Y la música. La música de Puccini es sensualidad y pasión, es belleza en sí misma.