Estoy enamorado de San Cristóbal de La Laguna desde hace sesenta y siete años. Merece ser la Capital de nuestra CCAA.
Néstor Doreste Padilla, 22.08.2024
He estado en lo más alto del Teide y allí pasé una noche, he estado varias veces en Timanfaya, he estado varias veces al pie de la Montaña Sagrada de Tindaya, he estado, también varias veces, en Las Cañadas del Teide, también en el bosque de Garajonay, he estado en el Valle de Agaete y en La Caldera de Bandama, he caminado mucho por la Caldera de Taburiente, conozco el Julán y las Sabinas, he tocado el Roque Nublo, he estado repetidas veces en La Graciosa y en la Isla de Lobos, he pasado mucho tiempo en El Pinar, he respirado mucho aire de las Dunas de Maspalomas, he estado en las Pirámides de Guimar. Conozco muy bien las ocho islas, mi única Patria. Pero:
Nunca me he sentido tan canario y mi emoción se ha desborda tanto como cuando paseo, camino, vuelo y sueño por las calles del casco antiguo de la bellísima ciudad de San Cristóbal de La Laguna.
Su aire, sus fachadas, sus edificios monumentales, sus adoquines, su Catedral, su Obispado, el Hotel Aguere, el Teatro Leal, la Plaza del Adelantado, la Iglesia del Cristo, la Torre de la Concepción, los tejados con sus beroles y su aroma único y especial.
He llegado a llorar, sólo y en silencio, caminando por sus calles, incluso lloviendo, con el corazón latiendo como nunca ante tanta belleza. Siento algo especial e indescriptible muy parecido al amor.
Estoy enamorado de ella desde hace 67 años, que la conocí. Para mí, por ser así y por su historia, merece ser la capital de nuestra CCAA.
Agustín Santana,