Nacido en Glasgow en 1946, en sus inicios, a mediados de la década de los sesenta, lo consideraron el Bob Dylan británico. Pero no tardó en desmarcarse de esa etiqueta y crear un estilo propio, altamente melódico, que influiría en muchos de sus sucesores (escúchese a grupos como Belle & Sebastian, por ejemplo). Siempre mística y optimista, aunque con un toque levemente melancólico, su música se sigue escuchando tan fresca como hace medio siglo.