Agustín Santana, 09.10.2022
Es una calle de unos ciento cincuenta metros, con una rotonda al final donde no hay salida, y tienes que volver por tus mismos pasos para salir de nuevo a la vía principal. La calle tiene nombre brasileño y es una calle más de los polígonos industriales de Gran Canaria, con una particularidad: está en una ladera, encima del Puerto de la Luz, con lo que su enclave es estratégico y con vistas a los barcos de la bahía.
En el año 2007 estábamos en la nave cuatro, cerca de esa rotonda final donde comenzaba la 1, pero la proyección del negocio avisaba de que pronto sería necesario más espacio, y además los alquileres en la zona son altos y sería muy deseable poder comprar en propiedad.
Buscando encontré que la nave 8 estaba vacía y la 7 estaba navegando a través del alquiler, y averigüé que son de propietarios distinto pero socios de la empresa que construyó en su día toda esa hilera de naves. Así que pedí una reunión con el director de esa empresa que resultó ser el propietario de la nave 8. Le expuse mi interés en comprar las dos naves porque estaban una al lado de la otra, y unirlas sería para mi empresa un sueño, porque seguiría en la misma calle y con el doble de capacidad tanto de almacenes como de oficinas.
Las dificultades para cerrar la operación eran muchas; dos propietarios distintos, uno que no quería vender, otro que la tenía alquilada y le iba bien, un inquilino que tenía sus derechos de uso de la nave 7. Tuve muchas reuniones con los dos propietarios durante semanas, ofrecí pagar el traslado del inquilino a otra nave cerca del principio de la rotonda, la número dos creo, pero para el inquilino, por mucho que le pagáramos, era un verdadero trastorno trasladar sus oficinas y sus almacenes.
Después de varios meses de reuniones conseguí mi propósito y las dos naves pasaron a ser de nuestra propiedad, con lo que también tendríamos que trasladar todas nuestras oficinas y el almacén, después, claro, de que el inquilino de la siete se hubiese trasladado. Los años siguientes fueron de mucho crecimiento para nuestra empresa, y la logística con las dos naves unidas ayudaron a que todo saliera perfectamente bien, como tenía planteado.
Doce años después cerramos nuestra empresa, liquidamos todo el stock y pusimos en venta las dos naves. Desde hoy la Nave 7 ya tiene un nuevo propietario, una Consignataria que trabaja los barcos japoneses, y pronto empezará a navegar junto con sus barcos clientes, a los que ve entrar en la bahía del puerto desde sus nuevas oficinas en esa calle con nombre brasileño.
Toda la suerte del mundo al nuevo propietario. Buena navegación para la Nave 7. Ahora queda por poner a navegar a la nave hermana.
INGLES
It is a street of about one hundred and fifty metres, with a roundabout at the end where there is no exit, and you have to retrace your steps to get back to the main road. The street has a Brazilian name and is just another street in the industrial estates of Gran Canaria, with a special feature: it is on a hillside above the Puerto de la Luz, which makes it a strategic location with views of the ships in the bay.
In 2007 we were in warehouse four, near the end of the roundabout where 1 began, but the projection of the business warned that more space would soon be needed, and also the rents in the area are high and it would be very desirable to be able to buy property.
Looking around I found that warehouse 8 was empty and warehouse 7 was sailing through the lease, and I found out that they are owned by different owners but partners in the company that built that row of warehouses back in the day. So I asked for a meeting with the director of that company who happened to be the owner of ship 8. I explained my interest in buying the two warehouses because they were next to each other, and joining them would be a dream for my company, because I would still be in the same street and with double the capacity of both warehouses and offices.
I had many meetings with the two owners for weeks, I offered to pay for the tenant to move to another warehouse near the beginning of the roundabout, number two I think, but for the tenant, no matter how much we paid him, it was a real upheaval to move his offices and warehouses.
After several months of meetings I got my way and the two warehouses became our property, so we would also have to move all our offices and the warehouse, after of course the tenant of number seven had moved out. The following years saw a lot of growth for our company, and the logistics with the two warehouses joined together helped everything to run smoothly, as planned.
Twelve years later we closed our company, liquidated all the stock and put the two halls up for sale. As of today, Ship 7 has a new owner, a Consignataria that works with Japanese ships, and will soon start sailing together with its client ships, which it sees entering the harbour bay from its new offices in that street with a Brazilian name.
All the luck in the world to the new owner. Good sailing for Ship 7. Now it remains to get the sister ship sai
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