En Cataluña despiden a un clarinetista de una banda municipal por no saber catalán. En Bilbao afirman que los únicos que han matado son los policías españoles.
El catalán no es un idioma, es un dialecto del Valenciano Occitana (Salvador Cerezo Díez). Hasta ahí han llegado los independentistas catalanes. (Ver mañana artículo Catalán VS Valenciano)
En España hay libertad en las ideas, no en otras temas tan importantes como las ideas, pero sí hay libertad en las ideas.
Pedro Sánchez ha apoyado tanto a los independentistas que ha terminado provocando que se convoque en Bilbao una enorme manifestación en favor de la liberación de los presos de ETA. La lucha por la independencia de Catataluña, mucho más fuerte hoy que hace cinco años, es un juego de niños comparado con lo que está pasando en el País Vasco.
Vi un reportaje del periodista y abogado Cake Minuesa, por lo que he visto el periodista más atrevido y valiente en España, que deja claro el pensamiento de muchos vascos sobre ETA. No hay asesinos, los de ETA no mataron, los que mataron fueron los policías españoles.
Me quedé impresionado porque esto es mucho más grave que lo que pasa en Cataluña. En Cataluña los independentistas quieren mandar solos, echando a España y a los españoles de allí, y aplicar integramente sus leyes xenófobas a todos los que allí vivan. Quieren otra raza única, una raza aria catalana, que hable perfectamente catalán y viva en catalán, y todo aquel que, o no hable bien perfectamente su idioma, o tenga otras ideas universales no puede vivir con ellos. Cataluña es de ellos y solo de ellos. El 19 de enero salió esta noticia:
«José JoaquínSánchez ha estado durante los últimos 27 años tocando el clarinete en la Banda Municipal de Barcelona, y hoy es su último día. Le despiden, no por no hacer bien su trabajo si no porque el Ayuntamiento le exige el nivel C1 de catalán, una calificación que no tiene a pesar de comprender perfectamente el idioma.»
En el País Vasco pasa lo mismo, pero agravado con que se acepta que ETA haya matado a todos los que mataron, y posiblemente a otros españoles más que puedan hoy oponerse a su ideario de raza superior.
Pedro Sánchez no ha entendido (no le ha interesado quizás) las consecuencias que va a tener su apoyo a los terroristas de ETA, Sortu, los que se manifestaron en Bilbao, y la división entre catalanes que va a producir la frustración del deseo imposible de una Cataluña independiente.
Ninguna empresa puede tener a un irresponsable loco a los mandos. En España queremos ser expertos en grandes desgracias.
