LA GUERRA NO VIENE, la guerra por el poder y el dinero ha estado siempre. Ahora más coordinada.
Vivimos momentos realmente peligrosos para la convivencia porque el ansia de poder y de dinero supone ya el objetivo más importante de los líderes mundiales.
La guerra de Israel contra los terroristas palestinos se está llevando por delante a miles de palestinos inocentes. Esta tragedia la provocaron esos terroristas cuando entraron en Israel y masacraron a todos lo que encontraron, fueran hombres, mujeres, niños, ancianos o mujeres embarazadas con sus bebés esperando vivir. Con esa banda de criminales sin escrúpulos Israel debía de terminar, pero no destruyendo todo lo que hay en Palestina y matando a tanta gente.
En Afganistán se han enquistado los talibanes y controlan a sus mujeres como si fueran rebaño de campo, y a los disidentes los ahorcan en plena calle mientras pasan los coches o los niños salen del colegio.
En Venezuela el criminal Maduro y sus secuaces encarcelan, torturan y matan a los que no están de acuerdo con ellos, sea por decir Viva la Libertad o por manifestar su deseo de que se consiga un cambio político en el país.
Putin invade Ucrania y lanza bombas sobre edificios, escuelas, hospitales, todo aquello que pueda sembrar pánico en las familias ucranianas, para que se rindan, y él anexionarse un país democrático que sirva a su causa expansiva, conseguir de nuevo la Unión Soviética, y seguir sometiendo a otros países que quieren vivir en libertad.
Trump consigue la presidencia de EEUU y empieza su mandato como un elefante en una cacharrería, pero el elefante es él y la cacharrería es el mundo entero, sobre todo los países más pobres y más débiles. Quiere anexionarse Groenlandia y Canadá, quitarle el Caná a Panamá, está deportando a cientos de venezolanos que están legalmente en EEUU y que pueden ser apresados por el régimen criminal de Maduro, está deportando a inmigrantes de nacionalidades asiáticas a países latinoamericanos a los que les exige que recojan a estos inmigrantes, y todo ello saltándose órdenes judiciales y normas internacionales.
Ha comenzado una guerra comercial, para favorecer a los productos americanos, usando la aplicación de aranceles abusivos en la que todo el mundo perderá, también los consumidores estadounidenses. Quiere aplicar un canon de un millón de dólares a todos los barcos de fabricación china que entren en EEUU, y los enormes gastos correspondientes se trasladarán a los consumidores finales.
En España no hay una política económica, hay un gasto político desmedido, cada vez mayor, que solo tiene como objetivo perpetuarse en el poder Pedro Sánchez y los suyos.
Trump anuncia a Europa que no le apoyará más de los peligros de Rusia y el viejo continente decide gastarse 800.000 millones de euros para poner al día un ejército que le proteja, y no dicen de donde van a sacar ese dinero. Si todos los países europeos, especialmente España, ponen ese dinero de rebajar el gasto político inútil sería una buena medida. Pero ya se está intuyendo que lo quieren sacar de las políticas sociales, así que ahora están en peligro las pensiones de los jubilados.
El Cabildo de Gran Canaria va a aprobar una ley para poder subir los sueldos de los altos cargos si cumplen unas valoraciones, pero las valoraciones las va a revisar presidencia así que lo tendrán hecho.
Del gasto político no saldrá esa inmensa cantidad de dinero, al contrario, lo seguirán aumentando para tener más privilegios.
Con todas estas locuras algunos economistas empiezan a pensar que podremos llegar a una crisis como la del 2007, y ya sabemos quiénes la sufrirán. Los más desfavorecidos, los más pobres, que serán más pobres. Ellos, los políticos y los ricos, serán más políticos y más ricos.