En España algunos economistas (José María Gay de Liébana 1953-2021) vienen advirtiendo desde hace años que el gasto político es extremadamente excesivo y que podría ser muy peligroso para el futuro.
Y ese futuro ya llegó, las economías mundiales se han endeudado tanto que empiezan a tener serios problemas para poder cumplir con sus presupuestos.
Francia está en una situación casi de bancarrota, y cuando está necesitando tomar medidas drásticas la situación del bienestar no se lo permite.
Enmanuel Macron tiene grandes dificutades para seguir en la Presidencia, y está teniendo que nombrar a un Primer Ministro y otro para poder seguir en el poder. Se ha visto fozado a nombrar a otro Gobierno con nada más ni nada menos que treinta y cuatro Ministros, dos más que el máximo dispensador público que supone Pedro Sánchez.
La clase política se ha ido degradando año tras año y la han tomado como rehén de forma de vida los personajes más siniestros y más inmorales de las sociedades. Pedro Sanchez y su grupo es una máquina de gastar dinero sin control que nos está llevando a la misma situación de Francia, un callejón sin salida y sin parada hacia un abismo que tendrán que arreglar nuestros niños de hoy con enormes sacrificios económicos y personales.
¿Y quién pagará todo este loco dispendio? Los de siempre, la gran mayoría del pueblo español, desde los más desfavorecidos hasta los pocos que vayan quedando de la clase media. Los ricos no, y los políticos se aseguran su futuro con total impunidad.
Como diría mi amigo Néstor Doreste «nos gobierna lo peor, la basura de la sociedad»