Agustín Santana, 23.10.2024
Cuán felices nos hicistes en nuestro inolvidable Estadio Insular. Esta foto, para mí, habla por sí sola.
Me trae recuerdos de la grada de Fedora, con las banderas a lo alto y el reloj atrás, cuando los infantiles y juveniles federados teníamos un carnet con el que entrábamos al Estadio en aquella grada tan popular y animosa.
Toda la chiquilleria futbolera llegábamos al estadio pronto, nos juntábamos donde nos tocaba, en las gradas de cemento, y abríamos los ojos de niños ilusionados esperando que saltara al campo aquél equipo inolvidable, irrepetible.
El corazón se nos salía cuando veíamos a Ulacia o a Oregui, a Tonono, a Juanito Guedes, a Germán. Desde la grada veíamos perfectamente como el balón, después de un toque excepcional con la izquierda del Mariscal, salía desde la otra parte del campo, recorría toda la linea de cal sin salir, rebasaba al lateral izquierdo y también a Gilberto I que ganaba en carrera la posición.
O nos levantábamos con las manos en la cabeza cuando desde esa misma posición, su toque hacía que el balón cruzara todo el campo al otro lado derecho, donde esperaba León, que dejaba al lateral derecho atrás con la sorpresa de no esperarse ese fantástico cambio de juego.
Juanito Guedes cuán felices nos hicistes en el inolvidable Estadio Insular.