JUAN DE LA CRUZ, periodista, investigador, escritor, amigo.

A finales de los setenta o principios de los 80 veía a Juan de la Cruz por TVE en su programa El Parlamento.............................................In den späten siebziger oder frühen achtziger Jahren sah ich Juan de la Cruz auf TVE in seiner Sendung El Parlamento.

Agustín Santana, 24.11.2023

Hace cuarenta años veía en Televisión Española el programa «El Parlamento», y me encontraba con un presentador que tenía cara de buena persona. Nunca imaginé que le conocería en persona, era una estrella de la tele, un tipo que salía en la pantalla hablando con seguridad y solvencia, que se relacionaba con los presentadores y periodistas más importantes de España.

Vor vierzig Jahren sah ich die Sendung «El Parlamento» auf Televisión Española, und ich stieß auf einen Moderator, der das Gesicht eines guten Menschen hatte. Ich hätte nie gedacht, dass ich ihn einmal persönlich kennenlernen würde. Er war ein Fernsehstar, ein Mann, der auf dem Bildschirm erschien und selbstbewusst und solide sprach, der mit den wichtigsten Moderatoren und Journalisten Spaniens in Kontakt stand.

El en Madrid, como estrella de la television, y yo en Canarias, muy lejos, a dos mil kilómetros. Pasan los años y se me ocurre organizar un premio, y en su ultima edición, ya en 1997, aquél guapo presentador habia recorrido los dos mil kilómetros para dirigir la televisión española en Canarias. Y me da por invitarle a participar en el Jurado del Premio, y acepta, y por ahí está en la foto. 

La vida sigue, para él en otras direcciones de televisón española en la Península Ibérica, y para mí en la misma empresa donde nos habíamos encontrado. Y pasan los años, muchos años, y nada sabemos uno del otro.

Pero el destino a veces trae sorpresas. Han pasado 26 años de aquel encuentro fugaz en aquél premio. Estamos en Bungalow Campo de Golf, con la familia, y en la piscina veo a un señor que se moja los pies en los bordes hablando con otro señor. Ese otro señor creo que era vasco, y me recordaba a Alfredo Landa.

Me llama la atención que no se mete en la piscina, solo en el borde mojándose los pies, y que siempre está hablando con el mismo personaje. O eso creía yo, no se si era exactamente así.

Creo que pasaron un par de años, nosotros viniendo en verano a pasar nuestras vacaciones en el bungalow número 59, y tenemos la suerte de poder comprar un bungalow donde se econtraba un tal Giorgio. Era ya en 2019. No recuerdo como fue, pero un día nos reconocimos.

26 años después nos preguntamos si éramos nosotros, si Juan de la Cruz era aquel presentador de televisión que yo veía hacía cuarenta años,  y si era el mismo que estaba en el jurado del premio hacía 26. Y efectivamente, la suerte, el destino, o las dos cosas a la vez, hizo que nos encontraramos de nuevo para compartir ahora una  mistad de las que pocas veces se tiene.

Juan es de los amigos que hay que conservar, y con el que hay que conversar. Quién me diría a mí que iba a vivir esta bonita historia de amistad cuando han pasado tantos años. Y ahora resulta que nos tenemos que ver todos los días porque si no nos echamos de menos.

LA VIDA ES BELLA.

 

Das Leben geht weiter, für ihn in anderen spanischen Fernsehbüros auf der iberischen Halbinsel und für mich in derselben Firma, in der wir uns kennen gelernt hatten. Und die Jahre vergehen, viele Jahre, und wir wissen nichts voneinander.
Aber das Schicksal hält manchmal Überraschungen bereit. Sechsundzwanzig Jahre sind seit dieser flüchtigen Begegnung bei diesem Preis vergangen. Wir sind im Bungalow Campo de Golf, mit der Familie, und im Schwimmbad sehe ich einen Mann, der sich am Rand die Füße nass macht und mit einem anderen Mann spricht. Ich glaube, er war Baske, und er erinnerte mich an Alfredo Landa.

Mir fällt auf, dass er nicht in den Pool steigt, sondern nur am Rand steht und sich die Füße nass macht, und dass er immer mit der gleichen Person spricht. Das dachte ich zumindest, ich weiß nicht, ob es genau so war.
Ich glaube, es vergingen ein paar Jahre, wir kamen im Sommer, um unseren Urlaub im Bungalow Nummer 59 zu verbringen, und wir hatten das Glück, einen Bungalow kaufen zu können, in dem ein gewisser Giorgio wohnte. Es war bereits 2019. Ich weiß nicht mehr, wie es dazu kam, aber eines Tages erkannten wir uns wieder.
Sechsundzwanzig Jahre später fragten wir uns, ob wir es waren, ob Juan de la Cruz der Fernsehmoderator war, den ich seit vierzig Jahren verfolgte, und ob er derselbe war, der sechsundzwanzig Jahre zuvor in der Jury des Preises saß. Und tatsächlich, Glück, Schicksal oder beides gleichzeitig führten dazu, dass wir uns wieder trafen, um eine Freundschaft zu teilen, wie man sie nur selten findet.

Juan ist einer dieser Freunde, die man behalten und mit denen man reden muss. Wer hätte gedacht, dass ich diese schöne Geschichte einer Freundschaft erleben würde, wenn so viele Jahre vergangen sind. Und jetzt stellt sich heraus, dass wir uns jeden Tag sehen müssen, weil wir uns sonst verpassen.


DAS LEBEN IST SCHÖN.

1 comentario en «JUAN DE LA CRUZ, periodista, investigador, escritor, amigo.»

  1. Hoy, como cada día, paseo por el Blog de Agustín Santana. Un recorrido de extraordinaria pasión y conocimiento en y por la vida. Un testimonio humanista.
    Y, de repente, ayer me encontré con este dibujo literario sobre mi modesta y humilde trayectoria, sobre mi modesta y humilde persona. Lo que aquí, entre amigos, aprovechando que nos lee esa inmensidad cantidad de personas que siguen estos textos y dibujos literarios y cercanos, genuinamente brillantes… Y de repente, decía, me ruborizo por sus palabras. Y que, claro es, agradezco, además de con el cariño que se merece y que abre a los demás, con esa sensibilidad que hay en el amigo Agustín. Tal cual decía líneas atrás, un humanista. Y que cada día, aparecen con menos frecuencia –¡qué lastima…!– en el escenario y en los parajes de la vida; ahora, precisamente, que es cuando la sociedad en la que nos encontramos inmersos, necesita de esa filosofía que emana del humanismo.
    No puedo más que decirte, pues, que me he quedado impresionado y sobrecogido de emoción. Y es que tus palabras, leídas con detenimiento, ponen la carne de gallina en el lector. Más aún cuando el lector es el «protagonista» de unas palabras como las tuyas.
    Te reitero mi mayor agradecimiento, con el mejor y más cálido abrazo, a la espera de una cerveza con la que saber, un día más, de tu bonhomía, de tu nobleza, de tu sentido amigo, ahora que, como señalaba líneas atrás, la sociedad necesita de toda necesidad –valga la redundancia– de ese catálogo humanista para que los valores que emanan del mismo (la moral, la ética, la educación, el respeto, la mano amiga, la cultura, la convivencia…) puedan crecer en todos nosotros desde sentido común de la libertad… Y si no, que se escuche aquel latido inmenso que barnizaba los paisajes de España, junto al inicio de la Transición Democrática, de la mano del grupo Jarcha con su voz cuajada de emoción: «Libertad, libertad, sin ira, libertad…». Muchas gracias, ahora y siempre, querido Agustín

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