Juan volvió a Madrid y a otras responsabilidades en la Televisión Española.
Después de muchos años intentándolo, en enero de 2019, tuvimos la suerte de comprar uno de los bungalow en Campo Golf, justamente donde vivía el amigo Juan.
Aquel Juan de la Cruz de 1978 vivía en Campo Golf. Así que después de veinte y cuatro años nos volvimos a encontrar, esta vez para conocernos mejor, para entendernos de verdad, para luchar juntos contra la mentira, y para intentar tener relaciones con todos basadas en la vida y en la amistad y no en el dinero o en los negocios.
Qué agradecida estoy de poder pertenecer y de poder disfrutar de todo lo que importa. Es una lástima que muchos sean deliberadamente sordos a los hallazgos honestos. Sepan que algún día se hará justicia. Tu amistad es algo muy valioso para nuestra comunidad y la aprovecha al máximo. El arduo trabajo de ambos definitivamente está dando sus frutos y ya ha abierto muchos ojos … Esta fantástica celebración ha demostrado una vez más lo bien que estos familiares y amigos canarios se tratan con gran respeto… Gracias por esta gran fiesta con muchas palabras bonitas y explicaciones sobre la vida de nuestro Juan… 🙏
Querido Agustín:
Hay ocasiones en que uno, al leer un trabajo, como el que dejo atrás, se sonroja, tiembla de emoción, suda por los poros de la amistad, y tan solo puede decir: «¡Uuuuuuf…!».
La verdad es que emociona leer la secuencia que emana de esas líneas y que abarcan un período de casi toda una vida profesional… Y a lo largo de la cual vas conociendo personas que, por esos milagros, regresan a tu entorno, con los compases del tiempo.
Lo que Agustín escribe, que tanto agradezco desde el rubor, sí que marca los compases de su apertura de miras y de amistad que sabe marcar en el sabor de nuestros encuentros.
Te reitero tanto mi gratitud por tus palabras –insisto, desde el rubor– que solo puedo alzar la copa y brindar por tu amistad.