JERONIMO SAAVEDRA ACEVEDO (1936-2023), Cultura. Referente.

Agustín Santana, 24.11.2023

Para mí hablar de Jerónimo Saavedra es hablar de mi vida social como empresario, que fue realmente escasa.

Comencé en H.W.Hintz en el año 1973 como Comercial y unos años depués fui nombrado Jefe de Ventas. Vivía intensamente mi trabajo y cada vez me encontraba con más responsabilidad.

Estaba tan dedicado a cumplir con mis objetivos que no quería entrar en el mundo social de los empresarios. Tuve una invitación para entrar en la Junta Directiva de FEMEPA, la Federación de Empresarios del Metal, y no acepté. También me incluyeron en una plancha para acceder a la Directiva de la Cámara de Comercio, pero afortunadamente nuestro equipo no ganó las elecciones así que me libré también de esta responsabilidad.

A lo que no me pude negar, y acepté con todo el cariño del mundo, fue a colaborar como voluntario en el crecimiento de Las Palmas Acoge, Organización No Gubernamental que a partir de 1990 tuvo un trabajo extraordinario y ejemplar en el tratamiento y acogida de la Inmigración en nuestra provincia, justo en aquellos duros momentos en que los inmigrantes comenzaron a dormir en las playas y en el Parque de Santa Catalina.

Con Pepe Dámaso y el autor Congoleño Charly Ludevilla que presentó una obra de teatro con los inmigrantes en el CICCA en 2002

Tampoco pude negarme a presidir nuestra Institución cuando el Presidente en el año 2000, el Jesuita Fernando Motas, fue destinado a Andalucia. Por supuesto siempre como Voluntario sin ingresos de ningún tipo. La intensidad del trabajo con la inmigración era tal que de un despacho de trabajo que había a principios de los noventa pasamos a tener dos edificios en propiedad en las calles Tecén y Tinguaro en el barrio de la Isleta, una oficina en Vecindario y otra en Arrecife de Lanzarote.

En el año 2002 Jerónimo Saavedra quería conocer nuestras oficinas y las atenciones que ofrecíamos a los inmigrantes. Era Presidente de los Socialistas de Canarias y creo que no  tenía en esos momentos otro cargo. Le acompañé en la visita y conoció de primera mano todos los servicios que ofrecíamos. Me llamó la atención el conocimiento tan profundo que tenía de la problemática de la inmigración en Canarias.

Poco después recibí una invitación suya para participar en la Universidad de Verano de Adeje 2002 dentro del curso que impartía: «La Inmigración; fenómeno complejo y necesario» con la Conferencia «Las funciones de las ONG’s». Lamento no tener fotos de aquel curso y solo conservo el certificado que me entregaron.

Sí hubo algo que no debí hacer y que lamenté años después. A finales de los ochenta conocí a Joserromán Mora y el cariño de los dos se afianzó para siempre. Salimos a cenar en varias ocasiones con nuestras esposas, adquirí alguno de sus cuadros, y fui a un cumpleaños suyo donde estaban Guillermo García Alcalde, José Antonio Otero y otros amigos. Joserromán insistió varias veces para que me incorporara a su grupo que se reunía con fecuencia para hablar de arte, de cultura y de la vida. Y no lo hice.

Me dediqué exclusivamente a mi empresa y a cumplir los objetivos. En aquellos momentos no sabía delegar convenientemente, no sabía dejar los trabajos en manos de otros colaboradores, en definitiva, creo que no hice caso de los buenos consejos, desde que le conocozco, de mi amigo Andrés Merlino. Con el paso del tiempo, la experiencia, y los consejos de Andrés, que siempre se quedan, logré  entenderme no imprescindible y dejé paso a la responsabilidad compartida de los demás.

Que no quisiera participar en los grupos empresariales, ni en las reuniones o presentaciones que se hacían, no era óbvice para darrollar una inquietud que tenía referente a la aportación social que nuestra empresa Olympia Canarias debía ofrecer a nuestra gente y a nuestra tierra.

Con el apoyo de Pepe Dámaso y de mi gran amigo Josérromán Mora, y la presencia siempre importante de mi también gran amigo Andrés Merlino, organizamos unos premios de Pintura Swan Stabilo para jóvenes estudiantes.

Y en el año 1989 organizamos un homenaje a Domingo Pérez Minik  en Tenerife y a Agustín Millares Sall en Gran Canaria.

Después del evento me encontré varias veces con Agustín Millares en su casa de Escaleritas. Momentos que nunca podré olvidar, se quedaron para siempre en mi corazón.

Y como consecuencia de la experiencia social y cultural de estos homenajes nació la idea del Premio Montblanc a la Cultura en Canarias, con sus Ediciones de 1991, 1993, 1995 y 1997. Su objetivo principal era conceder un premio en dinero para apoyar los estudios finales de los jóvenes artistas canarios en la Música, La Literatura, La Pintura y la Arquitectura. Y además hacer un reconocimiento a los artistas  consolidados por su trabajo por Canarias.

En todas las Ediciones estuvo Jerónimo Saavedra en el Jurado del Premio, siendo Presidente de Canarias y dos veces Ministro de España. 

Lógicamente no pudo estar en todas las reuniones de los Jurados, ni si quiera en todas las entregas de Premio, pero siempre estuvo atento a la organización y en contacto conmigo. En esta época del Premio Montblanc en los años noventa escuché muchas veces a Jerónimo dar sus clases magistrales de conocimiento del arte con otros personajes tan cultos como Guillermo Garcia Alcalde y otros.

Seré lo más breve posible, pero hay algunas vivencias que me gustaría trasladarles. Las más emocionantes fueron con el Músico, Profesor y Compositor Don Manuel Bonnín Guerín, tanto en el Hotel Mencey en la entrega de premios como en su piso de la calle Castillo de Santa Cruz de Tenerife.

Cuando los vídeos del acto estuvieron listos fuimos a su casa a entregarselo. Don Manuel, en su silla de ruedas, llorando de emoción, alzaba sus manos para darnos un abrazo diciéndonos que había sido el mejor día de su vida. En aquellos días no paraba de pensar si nuestras instituciones, nuestras autoridades, no saben valorar a estos grandes personajes que llegan a su edad más avanzada sin un reconocimiento oficial por el trabajo excelso que han hecho por Canarias. 

Sería imposible nombrar a todos los jóvenes artistas que pasaron por el premio y a todos los grandes personajes que nos cedieron algo de su tiempo. María Dolores de la Fe estuvo de jurado en las cuatro ediciones y con ella vivimos momentos muy canarios y muy divertidos. Carlos Pinto Grote en Tenerife fue como un buen padre para todos los que trabajábamos para sacar adelante los premios y para todos los que los recibían.

Pasaron años, muchos años, y en 2015, como consecuencia de los nuevos problemas de la figura de la Distribución, y de los márgenes cada vez más estrechos del  mundo de la informática, sobre todo en la venta de hierro, con mi familia decidí hacer un cierre ordenado de nuestra empresa Olympia Canarias.

En noviembre de 2019 cerramos definitivamente. Y me pareció que mucha gente que me había acompañado a lo largo de tantos años de vida empresarial debían conocer la noticia por mi mismo y no por los medios de  comunicación.

Y allí estuvo otra vez Jerónimo Saavedra, con Juan José Laforet, Joserromán Mora, Calos Prieto, Andrés Merlino, Jorge Alemán, José Miguel Saavedra, mi Notario Francisco Javier Guerrero. No estaban todos, imposible.

Gracias Jerónimo, mil gracias. Porque no siendo un empresario de los grandes estuviste siempre cuando te llamé. Ahora estás donde la Música, para siempre.

1 comentario en «JERONIMO SAAVEDRA ACEVEDO (1936-2023), Cultura. Referente.»

  1. Q uerido Agustín, compartiendo tu recuerdo a la figura irrepetible de nuestro común amigo Jerónimo Saavedra, quiero dejar testimonio de la importancia de tu generosa convocatoria que siempre mantienes viva para recordarnos nuestro amor por la cultura.
    Tu eres el director que lidera una orquesta de amig@s interpretando la más hermosa de las partituras: cariño y creatividád.

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