El candidato a los negociadores: "ustedes no se preocupen, si piden un burro de ministro, ponemos un burro de ministro".
Agustín Santana, 03.09.2023
Negociador: Entonces, ¿nos atrevemos a poner un burro de ministro?
Candidato: Por conseguir el poder como si nos piden un racimo de plátanos, un cerezo o un lince. Oye, un lince no estaría mal, así ven que cuidamos a las especies protegidas.
N: ¿Y donde metemos al burro?
C: Le haremos un establo en el ministerio correspondiente, con aire acondicionado para que no se nos enfade y nos abandone a mitad de la legistatura.
N: Jefe, ¿y quién interpretará las decisiones del burro?
C: Eres tonto, ¿para qué queremos a la (o el) portavoz del gobierno?. Ella (o el) es la que tiene que interpretar los rebuznos, y siempre tendremos controlado ese ministerio. Y si no entiende lo interpretaré yo, que soy infalible.
N: Entendido, entendido. Todo controlado. Por el poder lo que sea. ¿y qué ministerio estamos dispuestos a darle?
C: El de agricultura, el de igualdad, consumo, cultura y deporte, universidades, derechos sociales, industria, transportes, ecología….. Cualquiera de esos.
N: Qué bien, pueden elegir entre nueve ministerios, no se podrán quejar. Y encima nos quedan cuarenta para nosotros….
C: Bueno, bueno, estoy pensando en que en total sean cincuenta y seis ministerios. Tenemos muchos que repartir. Pero no digas nada por ahora.
N: Maravilloso jefe, lo tienes todo pensado. Claro que tenemos un problema, no habrá dinero para tanto departamento, todos querrán un buen presupuesto.
C: Ningún problema, el dinero no lo ponemos nosotros. Lo ponen los que nos votaron, y los que no nos votaron tambíen. Si el poder es nuestro, el dinero también.
N: A tus órdenes jefe. Siempre estaré a tu lado. Y más ahora que tendremos un burro en el consejo de ministros.
C: Será muy divertido. Y así los medios de comunicación, nuestros medios de comunicación, tendrán en qué entretenerse: ellos también tendrán que interpretar al burro.
N: Ultima cuestión, si interviene en la negociación el coronel, ¿qué hacemos?
C: Ni preocuparse, ha perdido más de treinta y dos batallas, y además no tiene ni quién le escriba.