EL Legado de PEDRO SANCHEZ Pérez-Castejón. “VAMOS A FORRARNOS”. 2019-2024.

Agustín Santana, 23.03.2024

“El Plan Sánchez es un discurso que no se cree ni usted mientras en la habitación de al lado se reparte silla con Podemos y cesiones a los golpistas.”

En aquéllos días Pedro Sánchez y el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias, renegaban el uno del otro hasta que, solamente cuarenta y ocho horas después de la repetición electoral, anunciaron el pacto que permitió que se conformase el Gobierno más letal para los intereses de España. 

“Uste tiene un plan que solo es bueno para usted. El Plan Sánchez es un plan con el que el Sr. Sánchez se quiere perpetrar en el poder controlando la TV Pública, las encuestas, criminalizando a los constitucionalistas y lavando la imagen de sus socios”.

“Su plan es un mal plan para las familias españolas. Un plan que le va a ir mal a las familias a las que le sube los impuestos. Un plan bueno para sus militantes, pero malo para los ciudadanos que van a sufrir su sectarismo. Un buen plan para sus amigos y socios, pero un mal plan para quienes defienden la libertad en este país.”

“Es la España sectaria que quieren imponer, la del divide y vencerás, de insultar a los constitucionalistas y lavar la imagen a los que han apoyado un golpe de Estado en Cataluña o han legitimado los atentados terroristas durante tantos años”

“Y con quién piensa llevar a cabo este plan, pues con SU BANDA. Menuda banda. Con Otegui, con los Nacionalistas en Navarra, con los de Baleares, con los Nacionalistas en la Comunidad Valenciana, con Podemos. Se han juntado en el cuarto de aquí al lado, pero la Banda lleva operando tiempo”…………………………………………………

Aquel discurso de hace cinco años se ha ido haciendo realidad a medida que pasaban los días, el asombro de los españoles se ha ido convirtiendo en rutina, y el maleante más grande que ha existido en la política española en su historia nos ha llevado a la ruina como país.

 No voy a enumerar las tropelías que ha cometido Pedro Sánchez y sus secuaces, llenarían páginas. Sólo diré algunas cosas:

“Los independentistas catalanes dicen “hemos doblegado al Estado”.

Un personaje canario: “Tenemos cuatro millones para repartir. Vamos a forrarnos. Te tengo preparado 650.000 euros para ya, ¿qué te parece?

Cuando hace años empezó esta pesadilla para España pensé que no duraría mucho, porque no era posible para mí que haya tanta gente corrupta y malvada en la política española. Vamos a quitar a los nacionalistas vascos y catalanes, ya sabemos de lo que son capaces. Son lo peor de lo peor de la España actual. Sin escrúpulos, sin decencia, sin honestidad, sin solidaridad, conforman una plaga que destruye el honor de las personas que no son indeèndentistas catalanes.

Pero lo más sorprendente para mí han sido los socialistas, los miles de socialistas que tienen un puesto de trabajo político en España, los miles que dependen directamente del Gobierno. Siempre pensé que alguno se levantaría y dirían CONMIGO NO CUENTEN. Les ha podido más el puesto de trabajo que la defensa de los intereses de España y del pueblo español.

Se han convertido, todos ellos, capitaneados por un impresentable Presidente, en los peores enemigos de nuestro país en toda su historia reciente.

Albert Rivera, allí donde estés, mil gracias. No te hicieron caso los políticos actuales. Son mediocres y vulgares, te entendieron pero no les interesó escucharte.

Como habías pronosticado certeramente en el Parlamento Pedro Sánchez y todos los que le apoyan han convertido a España en el epicentro de la corrupción en Europa. Corrupción con el dinero, pero también corrupción con la palabra.  

Estos ladrones de esperanzas y de almas se han ocupado de ganar dinero, sueldos y prebendas, y se han olvidado de los más desfavorecidos de nuestra sociedad, a los que engañan con subsidios y ayudas convirtiéndolos en rehenes de la dependencia y de la miseria para perpetuarse en el poder.

Espero y deseo que muchos de ellos terminen ante un juez y no tengan nunca a nadie que les indulte.

Lo más pronto posible. Por el bien de España y de los españoles.