Agustín Santana Correa, 16.10.2025
Me produce una gran pena comprobar la maldad que las ideologias trasnochadas y viejas sigue produciendo en personajes de mucha relevancia.
La Presidenta de México, uno de los pocos apoyos Latinoamericanos que le queda al tirano Nicolás Maduro ha contestado a la pregunta de qué le parece el Nobel de María Corina «sin comentarios». El Nobel de la Paz 1980, el argentino Pérez Esquivel, le envía una carta a María Corina asegurando que ella está luchando contra una democracia, que Maduro es un demócrata, denostando así el gran mérito que ha tenido al recibir tan prestigioso premio.
En España Pedro Sánchez y sus seguidores tampoco la felicitan, y lo peor de todos es comprobar que el Rey Felipe VI se está cayendo de su prestigio al hacer caso, sin personalidad propia ni carácter de Jefe de Estado, a la orden del Presidente de que no la felicite.
¿Qué le pasa al Rey de España que en los últimos meses está compinchado con el indeseable Presidente? Empiezo a pensar que es un pelele en las manos del exsocialista hoy cuasi dictador. Para mí una de las grandes decepciones después del gran ejemplo que dió en Paiporta.
Y yo les pregunto, a Pérez Esquivel y a todos los que desprecian a la nueva Premio Nobel, como forma de apoyar la dictadura asesina venezolana.
Si Venezuela es una democracia, ¿por qué hay más de ochocientos presos políticos? ¿Donde están la mayoria de los líderes de la oposición? ¿Dónde está el Yerno del Presidente Electo Edmundo González? ¿Dónde está Juan Carlos Guanipa, Perkins Rocha, María Oropeza y tantos otros? ¿Dónde Rocío San Miguel y muchos otros activistas de Derechos Humanos?
¿Por qué han muerto tantos presos políticos en las cárceles venezolanas por no haberle dado asistencia médica?
¿Por qué la inmensa mayoría del pueblo venezolano pasa hambre, por qué no hay medicinas en los hospitales, cuál es el motivo para que la pensión de los jubilados sea de un euro, UN EURO?
Como siempre, el pueblo paga. Los políticos y los ricos a vivir bien que son cuatro días.