CUBA. Ningún poder, político o personal, puede matar a todo un pueblo.

Miles de personas formaban este jueves una fila en las inmediaciones del mercado de Cuatro Caminos, en La Habana. Todos ellos esperaban, en un sordo murmullo, entregar el carné y ser apuntados en una lista que determina qué día pueden ir a comprar dentro de las siguientes dos semanas. Fuera del día que les toque, no pueden comprar, y el día que les cae en suerte, puede que no haya en las tiendas lo que necesitan. Una Revista de Cuba, abril de 2022

Agustín Santana, 02.01.2024

La revolución cubana emprendida por Fidel Castro con buenas intenciones ha traído a Cuba más de sesenta años de miseria y de hambre. Estas filas del hambre que se ven en la foto de cabecera está tomada en 2022, pero ahora veremos otras fotos actuales de este mes de diciembre de 2023.

Ninguna ideología o pensamiento puede ocultar que esta forma de dirigir un país es llevarlo a la muerte en vida. Miles de cubanos, la mayoría de los jóvenes de hoy, están deseando salir de Cuba, pero no pueden.

Diciembre de 2023

El Gobierno Cubano no puede recoger la basura. Solo atienden a la Habana turística, donde los hoteles, los restaurantes y las salas de fiestas. 

Diciembre de 2023

Los barrios donde viven la gran mayoría de cubanos están absolutamente degradados. Tienen que vivir en medio de la basura. Los cubanos salen a la calle a buscar comida, donde sea y como sea. Hacen grandes colas para obtener un pan y un poco de arroz y muchas veces, cuando llegan a la tienda, ya no queda nada y tienen que marcharse a buscar algo de cualquier forma.

Los gobernantes, los políticos, los que mandan en Cuba viven en esta zona o en otras parecidas. No les falta de nada ni tienen que hacer colas para nada. Cuba se está muriendo. Ningún poder, del signo político que sea, puede llevar a su pueblo a esta miseria y a esta indignidad.

A Cuba tiene que llegar la libertad, la dignidad de todo ser humano, ya no vale ocultarse en la idelogía de la revolución y en la manipulación de los sentimientos de la gente más pobre y desfavorecida.

Y no solo pasa en Cuba. Otros políticos sin escrúpulos, asesinos de dignidades, están dispuestos a todo para perpetuarse en el poder, para vivir como ricos a costa del hambre de la mayoría de su pueblo.

El ser humano tiene que acabar con los que hacen posible estas situaciones. Ningún poder ni dinero vale esta vileza ni esta humillación.

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