Desde los 19 años se inicia en el canto acompañado de su guitarra. Durante la segunda mitad de los años cuarenta, Portillo de la Luz, junto a figuras como José Antonio Méndez, Rosendo Ruiz (hijo), Ñico Rojas, Ángel Díaz, Frank Domínguez, Aída Diestro y Elena Burke, entre otros, inician un nuevo género, con nuevos elementos expresivos y en el contexto de la canción trovadoresca cubana, bautizándolo con el nombre de Filin. El Filin venía a ser una manera particular de interpretación del bolero fuertemente influenciada armónicamente por el Jazz.
Una de sus canciones más conocidas es “Contigo en la distancia”, magníficamente interpretada por los Sabandeños.