Era uno de mis ídolos. Con trece años jugaba al fútbol, tenía eñl carnet de la Federación y acudía todos los domingos a los partidos en el Estadio Insular. Ví todos los partidos del mejor equipo desde que Paco Castellanos debutó cuidando a Kocsis.
Disfruté como nunca después con Tonono, Guedes, Germán y compañía. Y también sufrí, como niño y como joven, las muertes de Guedes y de Tonono.
Inolvidable Tonono, irrepetible, único. Reproducimos el magnífico artículo de La Provincia de hoy.