Querido Agustin, yo también te deseo una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Todavía estamos en Alemania, donde tenemos un poco de nieve en las montañas. Para ti he grabado un pequeño vídeo nostálgico desde nuestra cabaña de esquí.
Te deseo lo mejor y hasta pronto.
Saludos, Frank
Querido Frank, abro tu whasapp y veo un tocadiscos, un aparato electromecánico que reproduce música grabada en disco de vinilo y que me recuerda mis principios profesionales, cuando todavía usábamos calculadoras que no sabían dividir mientras nos aprestábamos a recibir una nueva joya de la técnica, la calculadora que hacía las cuatro operaciones.
Y me recuerda también que estoy escribiendo en un ordenador que ha dejado a la pluma estilográfica para los momentos más especiales. Y nada digamos de eso de recibir, al momento, una carta escrita a miles de kilómetros que antes tardaba en llegar varios días.
Y en un día tan especial como la Nochebuena recibo este hermoso whatsapp tuyo que me despierta los sentimientos lejanos de los trabajos hechos a mano, del trabajo artesano, ese que has hecho tú con tu móvil al preparar un tocadiscos con un disco de vinilo y unas vistas envidiables para un canarión de sol y de playa.
Algo no ha cambiado querido y admirado Frank: la llegada del Niño. La Paz y la Justicia y el Respeto y el Amor hacia los demás siguen siendo una gran necesidad.
Y el trabajo artesano, o la mentalidad de la obra de Arte, tiene mucho que ver con lograr mejores momentos para todos, sobre todo para aquellos, para los más olvidados.
Un abrazo grande desde tu Canarias.