Cuando teníamos el Puente de Piedra, y la Calle deTriana era el lugar de paseo de los fines de semana............... When we had the Puente de Piedra, and Triana Street was the place to walk on weekends.
Agustín Santana, 23.04.2023
23 de abril de 1968.
Eran tiempos de pandillas, de jóvenes que jugaban al fútbol en algún solar sin edificar o en la misma calle, tiempos donde se organizaban carreras de fondo dando vueltas una y otra vez a una manzana de casas. El juego de «el burro», saltando unos encima de otros, o «el escondite», donde uno de los jugadores se ponía de cara a una pared o a un árbol contando hasta 20 o 30 y los demás se escondían.
En cada barrio había una pandilla que tenía su nombre. Nuestra pandilla se llamaba «La pandilla de el Parquillo», porque nos reuníamos en el parque del Obelisco, en la calle Tomás Morales. Los Beatles estaban transformando la música, la sociedad, la moda, lo cultural, la forma de vivir. Eran tiempos de los pantalones de campana y de las minifaldas, sueter de cuello y hasta camisas con flores.
Unos días antes un amigo nos dice a dos de la pandilla que los padres de su novia no la deja salir con él si no van acompañados con otros amigos. Nos pide que le acompañemos, que su novia va con dos amigas, y así los padres de ella lo permitirán.
El martes 23 de abril de 1968 nos fuimos en guagua a la calle Albareda de el Puerto de la Luz. En una Agencia de Viajes trabajaba una de las tres niñas y esperamos a que terminara su jornada de trabajo.
Los seis nos montamos en otra guagua, en asientos de dos en dos, primero la pareja de novios, detrás el amigo que fué conmigo con la azafata de la agencia de viajes y en último lugar yo con ella. Los dos amigos acompañanantes nos sentamos con las chicas de una forma aleatoria. No estaba previsto quién con quién.
Y de esta forma comenzamos nuestro camino juntos en el tiempo de los Beatles y su Hey Jude, Tu Nombre me Sabe a Hierba de Joan Manuel Serrat o Tu Nombre o Quiero de Adamo. Y después de aquél viaje en guagua desde La Playa de las Canteras hasta la Plaza de Santa Ana pasaron cincuenta y cinco años hasta hoy. Tuve la suerte de que el azar me sentara con ella. Era la más guapa, elegante, seductora. La más inteligente. Y ya no nos hemos separado nunca.
Y desde entonces hicimos el camino juntos. Años después el día 23 de abril se convirtió en el Día del Libro, según he leído porque en esa fecha fallecieron Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Y el día 23 de abril se convirtió para nosotros en una fecha señalada, por los libros que escriben otros, y por el libro de la vida que escribimos nosotros.
Tres hijos y seis nietos. Y una nuera y un yerno caidos del cielo. Nuestros mejores libros después de un largo recorrido. Hicimos un hermoso camino al andar que hoy nos queda como el merjor de los recuerdos. Para siempre.
ENGLISH
Those were the days of gangs, of young people playing football on a vacant lot or in the street itself, times when long-distance races were organised, going round and round a block of houses over and over again. The game of «the donkey», jumping over each other, or «hide and seek», where one of the players faced a wall or a tree counting to 20 or 30 and the others hid.
In each neighbourhood there was a gang with its own name. Our gang was called «La pandilla de el Parquillo», because we used to meet in the Obelisco park, in Tomás Morales street. The Beatles were transforming music, society, fashion, culture and the way of life. Those were the days of bell-bottoms and miniskirts, collared sweaters and even shirts with flowers on them.
A few days earlier, a friend told two of us in the gang that his girlfriend’s parents wouldn’t let her go out with him unless they were accompanied by other friends. He asked us to go with him, that his girlfriend was going with two friends, so her parents would allow it.
On Tuesday 23rd April 1968 we went by bus to Albareda Street in Puerto de la Luz. One of the three girls worked in a travel agency and we waited for her to finish her day’s work.
The six of us got on another bus, in seats two by two, first the bride and groom, then the friend who went with me with the hostess of the travel agency and lastly me with her. The two accompanying friends sat with the girls in a random way. It was not foreseen who with whom.
And so we started our journey together in the time of the Beatles and their Hey Jude, Tu Nombre me Sabe a Hierba by Joan Manuel Serrat or Tu Nombre o Quiero by Adamo. And after that bus ride from Playa de las Canteras to Plaza de Santa Ana, fifty-five years passed until today. I was lucky enough to be seated with her. She was the most beautiful, elegant, seductive. The most intelligent. And we have never been separated.
And since then we have walked the road together. Years later, the 23rd of April became the Day of the Book, as I have read, because on that date Cervantes, Shakespeare and Garcilaso de la Vega died. And the 23rd of April became a special day for us, for the books written by others, and for the book of life written by us.
Three sons and six grandchildren. And a daughter-in-law and a son-in-law fallen from the sky. Our best books after a long journey. We made a beautiful road as we walked that today remains for us as the best of memories. Forever and ever.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)