EL TALLER DE SEVE, Puerto de la Cruz, nueva Estrella Michelín.

Agustín Santana Correa, 27.11.2025

Mi mujer Montse y yo nos llevamos una alegría con la nueva estrella Michelín para el Taller de Seve. En uno de nuestros viajes a Tenerife hace ya algunos años, con estancia en el Puerto de la Cruz, estuvimos cenando en el Taller y salimos encantados del servicio y de todos los platos que nos sirvieron.

Montse es una muy buena cocinera y como todos los buenos chef le viene desde la familia. Desde su madre, que se hizo autodidácticamente, y que alegraba a la familia con aquellos platos que rebosaban olor desde la cocina al fondo a la izquierda subiendo por la barandilla de madera noble cincelada por mi suegro que llegaba hasta la azotea.  Y no solo los Pucheros con la carne de Cristóbal, o los Calamares rellenos, las Habichuelas o Calabacines compuestos, también la Repostería.

Cuando llegaba la Navidad los vecinos esperaban por el plato con las Truchas de Batata y de Cabello de Ángel, todo hecho a mano, así que tenía siempre preparada su botella verde y su rodillo de madera, porque la masa la hacía a mano, como el Cabello de Ángel que sacaba de las esperadas Calabazas de la época. O la Tartaleta de Limón que probó una vez en la Dulcería la Princesa de La Laguna y las calcó en su pequeña cocina de la Isleta.

De familia también le viene desde su abuela María, que desde su vieja cocina de los años cuarenta, cincuenta y sesenta unía a toda la familia en torno a uno de sus platos caseros, también de su tía Quica y de su tío Juan Darías, que desde una playa o el mismo monte, en torno a un fuego controlado al efecto, hacía delicias con los conejos recién casados o los burgaos recién cogidos en la orilla.  También su primo Enrique Darias, que se fue a Londres en los años sesenta a probar fortuna, y terminó abriendo su Restaurante La Cocotte en Lancashire obteniendo una Estrella Michelín. Años después regresó a Las Palmas, donde abrió también su Restaurante por un tiempo, para pasar a abrir la Casa de Comidas La Cocotte que actualmente dirige su hija Enma.

Volvemos al Taller de Seve y a la alegría de la concesión de esa Estrella Michelín. Desde que estuvimos allí nos llevamos para nosotros el buen recuerdo de una magnífica cena y la esperanza de algún regreso. Cuando sales enamorado de un restaurante te lo llevas puesto, y ese acompañamiento después de tantos años se vio celebrado en la noche de las entregas de premios Michelín.

Le enviamos un email al correo del Taller donde le decíamos que esperábamos el momento en que una Estrella entrara por una de las ventanas y que al conocer la noticia mi mujer exclama LO SABIA LO SABIA. Nuestra felicitación fue contestada amablemente por Seve al que esperamos ver de nuevo en su restaurante a principios de año.

A nuestros amigos de Tenerife, y a todos los de las islas claro, les aconsejamos vivamente que reserven en el Taller de Seve y disfruten de una de las cenas más fantásticas que podemos tener en nuestras islas. A los de nuestra isla Gran Canaria que se deleiten en casa con alguno de los platos de La Cocotte.

Y a los de la Estrella Michelín que el próximo año le agradezcan el fantástico trabajo que están haciendo Braulio y José Luis en Majuga. En Gran Canaria hay muchos otros que también lo merecen pero esperamos que pronto les entre por la puerta de la calle Pérez Galdós.

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